El miembro del comité de empresa del sindicato OSTA en Bella Easo, Alfredo Molina, ha explicado que "solo sabemos los rasgos generales" de la reestructuración que el Grupo Panrico pretende aplicar en todas sus fábricas, que supondría el despido de 1.914 trabajadores, pero "no nos ha facilitado los datos territorializados".
En declaraciones a Europa Press, ha mostrado su preocupación por la afección que suponga la reestructuración a la planta zaragozana, en la que trabajan 140 personas y de la que dependen alrededor de 40 repartidores. Además, ha recordado que "ya hemos tenido un ERE de 270 días y llevamos cuatro años con el sueldo congelado".
La factoría "La Bella Easo" está ubicada en el polígono zaragozano de Malpica y se dedica a la fabricación de magdalenas, los bollos con pepitas de chocolate 'Weiky', bollos de pan de leche, croissant, pan de molde clásico y pan de molde "Hornada Casera".
REESTRUCTURACIÓN
La propuesta de reestructuración de Panrico pasa por el despido de 1.914 trabajadores (756 personal de fábricas, 483 de soporte técnico de ventas, 75 de estructura superior a partir de mandos intermedios y 600 autónomos) con una indemnización de 20 días por 12 mensualidades máximo y a pagar en 24 cuotas. Para los que queden en la empresa, una reducción salarial entre el 35 y el 45 por ciento de media a los asalariados y del 20 por ciento de media a los autónomos.
Desde OSTA han transmitido su rechazo a este plan porque es "totalmente desproporcionado e irreal cargando contra los trabajadores una situación que no hemos generado, y de la que buena parte de la culpa la tienen los constantes cambios de gerencia y de estrategia comercial, que no han hecho sino meternos en la situación en la que nos encontramos", han indicado en un comunicado.
En este plan "no se tiene consideración a una plantilla, que ya ha realizado muchos esfuerzos, que ha sufrido diferentes procesos de despidos y continuos expedientes de suspensión".
Desde OSTA han emplazado a la empresa para que cualquier medida que afecte a la planta de Zaragoza sea negociada en la factoría, por el comité que representa a los trabajadores y respaldada, a su vez, por los trabajadores de la planta mediante asamblea y "no seamos cautivos de una negociación en Madrid sin ningún peso, ni poder de decisión".