Bruselas ha dado luz verde a la operación al considerar que no tendrá un impacto negativo en el espacio económico europeo ni en una parte significativa del mismo.
El expediente, que se notificó al Ejecutivo comunitario el pasado 13 de julio, ha sido examinado por la Comisión mediante el procedimiento simplificado que se aplica a los casos menos problemáticos.