El Ejecutivo comunitario ha valorado a la hora de fijar la multa las ventas del producto afectado realizadas en el mercado europeo, la gravedad de la infracción, su extendido impacto geográfico y su duración, según ha explicado la institución, que reconoce también buscar que sea un castigo "suficientemente disuasorio".
La investigación de Bruselas comenzó con inspecciones por sorpresa en junio de 2010 a diversas empresas. En abril de 2014, el Ejecutivo comunitario llegó a acuerdos con cuatro de ellas (Ervin, Winoa, Metalltechnik Schmidt y Eisenwerk Würth), que reconocieron su participación en el cártel y les impuso multas por un valor total de 30,7 millones de euros.
Si embargo, la firma italiana no participó del acuerdo y la Comisión continuó con ella el procedimiento normal, que desembocó en una acusación formal en diciembre de 2014 que se resuelve ahora.
"El cartel en el sector de las granallas de acero abrasivas ha perjudicado a muchas industrias europeas y a los consumidores", ha lamentado la comisaria responsable de Competencia, Margrethe Vestager.
Las granallas abrasivas se componen de partículas de acero y se utilizan para la limpieza de superficies metálicas en las industrias siderúrgica, del automóvil, metalúrgica y petroquímica. También pueden usarse para cortar piedras duras como el granito o el mármol.
Bruselas ha constatado que Pometon participó en el cartel de empresas y participó en reuniones bilaterales y multilaterales para pactar los precios del producto en el espacio económico europeo (EEE).