Cemex paró la actividad productiva de esta planta y despidió al personal dedicado a la fabricación de cemento hace unos meses, "obligado" por la crisis que atraviesa el sector cementero.
Según detalló la multinacional en un comunicado, esta desinversión le permitirá "generar los recursos necesarios para concentrase en los mercados de mayor interés estratégico", en el marco de su plan de viabilidad.
De su lado, Cementos Molins considera que el acuerdo permitirá mejorar la utilización de su planta de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), con vistas a destinar un 40% de su producción al mercado nacional, frente al 25% actual, según indicaron a Europa Press en fuentes de la empresa.
El objetivo es aumentar la rentabilidad del negocio al reducir las exportaciones, que producen márgenes muy bajos por los elevados costes de transportar el cemento.
En cuanto a los cambios organizativos en la planta de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), se mantiene abierta la negociación del nuevo convenio colectivo con los trabajadores y sigue sobre la mesa el planteamiento de despedir a 56 empleados de la fábrica.
Según ha notificado Cementos Molins a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la materialización del acuerdo ha quedado "suspensivamente condicionado" a que reciba la correspondiente autorización de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC).
La CNC ha sido informada de las características principales de la operación, y Cementos Molins Industrial le presentará en los próximos días la documentación legalmente exigible para lograr el permiso.