Un tímido crecimiento de la economía del 0,1 por ciento saca a España de la recesión. Pero no de la crisis. Lograr que la tendencia se consolide y, sobre todo, que el ritmo sea mayor depende de coordinar inversión, consumo y empleo. Por ahora, el único dinero viene de fuera. Y las empresas que generan empleo son las que exportan. Así que dependemos de que el motor interno se ponga en funcionamiento. Pero no lo hará sólo. Son necesarias inversiones públicas, que están en niveles de hace 25 años, y crédito para que las empresas puedan volver a crear empleo. Porque es la reducción del paro, este año se cerrará con medio millón de parados más, la condición imprescindible para que la economía arranque. El BBVA ha dicho que el crédito llegará en el segundo semestre de 2014. Son muchos meses obscuros aún para la economía real, en el camino puede quedarse mucha gente.