Elecciones USA: pocos cambios, pero importantes

telecinco.es 07/11/2018 18:19

El partido Demócrata gana 26 puestos en el Congreso, y los Republicanos mantienen el Senado, aumentando su mayoría en dos representantes. Por lo tanto, mejor resultado republicano de lo esperado. En las últimas 21 elecciones de mitad de mandato, el partido del presidente perdió una media de 30 congresistas y 4 senadores.

El partido de Obama, en 2010, perdió 63 congresistas y 6 senadores. En 2014, con Obama también como presidente, el partido Demócrata perdió 13 congresistas más y 9 senadores adicionales.

Si analizamos otros datos importantes, cabe resaltar el aumento de la mayoría en el Senado del partido Republicano y la derrota de Beto O’Rourke, la gran esperanza del partido Demócrata como “presidenciable”, en su batalla con Ted Cruz.

Desde el punto de vista de implicaciones políticas, la pérdida del Congreso significa que el presidente Trump no podrá pasar muchas de las nuevas reformas prometidas, sobre todo la de repeler el Affordable Care Act –el llamado Obamacare- y la nueva bajada de impuestos. También pone en peligro poner en marcha el plan de infraestructuras.

  • La Bolsa recibe los resultados positivamente

La razón por la que los futuros de los mercados bursátiles han reaccionado de manera positiva es porque la fortaleza de la administración Trump se mantiene. Trump controla el Gobierno, el Senado y el Tribunal Supremo y puede evitar el veto del parlamento vía órdenes ejecutivas, como intentó Obama. Sin embargo, no es tan sencillo, y la historia nos muestra que en los años siguientes a la pérdida de mayoría en el Congreso, el presidente firma muchas menos propuestas legislativas. En el caso de Obama, supuso una reducción del 20%.

Desde el punto de vista de la divisa, el dólar tiende a fortalecerse a medio plazo tras una caída inicial y las bolsas a estabilizarse. Si analizamos los indicadores de riesgo, el Vix caía un 13% ante el resultado electoral, y el bono a diez años de Estados Unidos recibía importantes flujos de compra, cayendo su rentabilidad un 4%. El dólar (DXY Index) caía muy poco, mostrando, de nuevo, que los resultados no tienen un enorme impacto.

Estas elecciones han mostrado que Estados Unidos sigue muy dividido políticamente, pero también que el efecto económico es muy importante. California, donde el cambio de ciudadanos a otros estados por la presión fiscal ha sido muy comentada, mostraba una de las contiendas más ajustadas de estas elecciones.

En cuanto a política fiscal y monetaria, lo que dejan claro estas elecciones es que la ruta de subidas de tipos de la Reserva Federal se mantendrá muy probablemente, y que la política fiscal ya implementada se fortalecerá. El crecimiento económico, de empleo y salarios ha sido un factor muy importante a la hora de dar mejores resultados a los republicanos, pero el fantasma de una desaceleración no ha desaparecido.

  • La economía estadounidense invita a la esperanza

La economía norteamericana sigue mostrando factores que mantienen cierto optimismo. Estados Unidos continúa mostrando datos de crecimiento sólidos y una perspectiva en el medio plazo saludable, así como un bono a 10 años cuya rentabilidad permanece en el 3,1% y está ejerciendo de foco de atracción de capitales a nivel internacional.

Los últimos datos de Estados Unidos muestran una situación de crecimiento económico elevado y mejor de lo estimado. El PIB creció un 3,5% durante el tercer trimestre, tras el 4,2% del segundo trimestre de este año. Estamos en el punto álgido del impacto de la reforma fiscal de Donald Trump y las perspectivas en el corto y medio plazo son positivas porque, como siempre comento, más de 150 millones de norteamericanos no han visto la recuperación de 2009 a 2016. Con un paro al nivel más bajo de los últimos 40 años, pero un índice de participación laboral que sigue a niveles de 62,9%, hay mucha capacidad de continuar mejorando.

Esta dinámica positiva también se refleja en los crecimientos interanuales, donde el PIB creció un 3% durante el tercer trimestre, el doble que durante el mismo período de 2017 y 7 décimas más que en el segundo trimestre. Esta cifra rompe, además, con una ralentización en el porcentaje de crecimiento registrada en el tercer trimestre durante los últimos tres años.

Los datos del mes de octubre apoyan a la hora de analizar la economía estadounidense de manera moderadamente optimista. La confianza del consumidor en máximos históricos, desempleo en mínimos históricos -el dato de octubre cifra en el 3,7% la tasa de paro, 2 décimas menos que en agosto y 5 menos que el septiembre de 2017, con una creación de empleo que asciende a 210.000 puestos de trabajo -y el bono a 10 años se mantiene en el rango de 3,0% a 3,2%.

  • Los nuevos presupuestos y la contención del aumento del gasto, grandes desafíos

Los grandes retos a los que se enfrenta el gobierno norteamericano a partir de ahora incluyen la presentación de nuevos presupuestos, el riesgo de otro “techo de deuda” en 2019, las negociaciones con China y la implementación de su agenda de reformas de la sanidad pública y la administración. Con un déficit que superará el billón de dólares a pesar de que los ingresos fiscales superan en casi 779.000 millones lo presupuestado, está claro que Estados Unidos debe atacar el aumento de gasto que continúa siendo el gran escollo para mejorar el endeudamiento. Ese factor es mucho más difícil ahora que el congreso está en manos del partido Demócrata. Recordemos que el único acuerdo entre los dos partidos desde la llegada de Trump fue un aumento de los gastos del presupuesto.

El mercado respira aliviado ante un catalizador político que dejamos atrás. Ahora veremos cómo reacciona ante nuevas subidas de tipos.

Daniel Lacalle

Economista Jefe de Tressis