El alojamiento hotelero aumentó, mientras que el no hotelero sufrió un ligero descenso, debido sobre todo a la caída en la utilización de la vivienda de familiares o amigos y la vivienda propia, si bien la demanda en el resto de alojamientos extrahoteleros crece.
En cuanto al transporte, repuntaron los viajes realizados en barco y en avión, mientras que los realizados en coche, autobús y tren reflejan un leve retroceso.
En agosto, los desplazamientos realizados por turistas nacionales se mantuvieron estables con respecto al año pasado, al alcanzarse un volumen de desplazamientos similar.
Al igual que en los ocho primeros meses, las pernoctaciones hoteleras muestran un ascenso, frente al retroceso de la utilización de vivienda de familiares o amigos, así como la vivienda propia.
También avanzaron los viajes de ocio realizados en fin de semana o en vacaciones de verano, mientras que las visitas a familiares o amigos registran un descenso.