Una exposición recuerda los hitos de la vivienda social en la Viena de 1920

AGENCIA EFE 10/07/2010 14:10

El museo Postsparkasse de la capital austríaca dedica desde esta semana una muestra fotográfica a los hitos de la llamada "Viena Roja", que en algo más de una década construyó unas 65.000 viviendas para las clases más desfavorecidas.

Y no sólo eso. Estas obras revolucionarias fueron diseñadas por los mejores arquitectos de la época, muchos de ellos alumnos del gran Otto Wagner, figura central del modernismo austríaco.

Estos pisos -con cocina, cuarto de baño y agua corriente- no sólo eran accesibles para los más pobres, sino que además incluían una hasta entonces insólita oferta recreativa y social, como guarderías para los más pequeños, lavadoras públicas, bibliotecas y teatros.

Alumnos de Wagner como Karl Ehn, Hermann Aichinger y Hubert Gessner fueron los responsables de estas obras, que destacan por su estilo monumental y que en algunos casos cuentan con más de mil pisos por complejo.

Algunas de estas unidades llevan hasta hoy nombres de históricos líderes socialistas como Karl Marx, Friedrich Engels o Ferdinand Lasalle y se encuentran repartidas por toda Viena.

La base para estas obras, realizadas en una época en la que Austria no se consideraba viable como Estado independiente tras el desmoronamiento del Imperio Austro-Húngaro, fue la introducción de un impuesto especial a nivel municipal en 1923.

Esa tasa, muy criticada por la oposición conservadora, dio al Ayuntamiento de Viena el capital necesario para poder impulsar su agenda social, centrada sobre todo en la vivienda.

La capital austríaca, que hasta 1918 había sido centro de un gran imperio de 50 millones de habitantes, era en ese momento la única gran ciudad del mundo con gobierno socialista.

A pesar del constante acoso de cristianodemócratas y nacionalistas, los socialistas de Viena lograron realizar sus proyectos, que ofrecieron por primera vez viviendas dignas a las clases obreras.

Hasta entonces, unos 300.000 de los 2 millones de vieneses no tenían una vivienda permanente, mientras que la inmensa mayoría del resto malvivía en condiciones consideradas hoy como infrahumanas.

Las casas entonces eran construidas sólo a iniciativa de capitalistas privados, sin protección alguna para los inquilinos, unas condiciones que habían convertido a Viena en la ciudad de peor calidad de vida en Europa.

Pero con la llegada de los socialistas al poder en 1919, la situación cambió y hasta 1934, cuando el austro-fascismo puso punto final a la democracia en Austria, un 10 por ciento de los vieneses vivía en pisos sociales.

Entre 1923 y 1934, la "Viena Roja" logró construir 61.175 pisos en 348 grandes urbanizaciones, así como 42 asentamientos con 5.257 casas unifamiliares.

Tras la Segunda Guerra Mundial, los socialistas intentaron repetir el modelo llevado a la práctica en los años 20, pero en pocos casos las nuevas construcciones alcanzaron la relevancia arquitectónica de los pupilos de Wagner, que en su mayoría ya habían fallecido para entonces.

Hoy, al comienzo del siglo XXI, las viviendas sociales de la "Viena Roja" están consideradas verdaderas joyas arquitectónicas de la ciudad y se encuentran bajo protección urbanística.

La exposición, titulada "Escuela Wagner. La Viena Roja", se puede visitar hasta el 28 de agosto próximo de lunes a sábado en el Postsparkasse, situado en el casco histórico de la capital austríaca.