El futuro habla 'portuñol'

ESTEBAN MARTÍNEZ-MURGA 18/11/2009 15:33

El Foro Latibex se reúne en Madrid un año más, y van once. Aquí se dan cita compañías de uno y otro lado del Atlántico: más de 60 empresas fundamentalmente latinoamericanas que buscan financiación entre inversores europeos y que, para ello, cotizan en euros en el Latibex, un índice bursátil impulsado por BME (Bolsas y Mercados Españoles) que mueve 360.000 millones de euros.

En este mercado que estrecha lazos y que hace el charco más pequeño, Latinoamérica resurge tras la crisis como una región cada vez más dinámica y atractiva para los capitales foráneos.

Como el resto del planeta, los países latinoamericanos han sentido la sacudida de la crisis financiera y económica que estalló hace dos años. Un seísmo que ha derrumbado a gigantes del primer mundo -muchos con pies de barro- pero que, sorprendentemente, ha infligido un daño bastante menor a las naciones emergentes. El Banco Mundial pronostica una caída del -2,2% de la riqueza latinoamericana este año, pero ya vislumbra un importante salto adelante para 2010, con crecimientos de entre el 3% y el 4%

El subidón del Latibex

Estas perspectivas han hecho crecer como la espuma al propio Latibex, que se sitúa como uno de los índicadores bursátiles más rentables del mundo, al registrar entre enero y noviembre un subidón del 90%. Una decena de empresas de este índice se han embolsado ganancias de incluso tres dígitos.

Esta fortaleza financiera es consecuencia de una fortaleza de la economía real, porque América Latina ha sabido hacer los deberes y ahora está mejor preparada. Esta es la conclusión fundamental de esta nueva edición del foro, según han apuntado aquí los presidentes de las multinacionales españolas Repsol, Antoni Brufau, de Telefónica, César Alierta, de Gas Natural, Salvador Gabarró, y de la brasileña Copel, Rubens Ghilardi.

Aunque existen muchas diferencias de un país a otro, sí hay una conducta común. Los gobiernos latinoamericanos han sabido nadar y guardar la ropa: ahorrando, invirtiendo en lo necesario como grandes programas de infraestructuras y pagando sus facturas pendientes con el mundo.

El potosí de las materias primas

Como en otros lugares, la recesión ha puesto fin en la región a la fase de expansión más rápida vivida en las últimas cuatro décadas, dinamitando el consumo y la inversión privados. Pero, al contrario que en otras ocasiones, esta vez sólo se ha llevado una moderada cantidad del dinero extranjero, que ahora vuelve poco a poco tras comprobar cómo se reduce el riesgo de invertir en los distintos países del continente. Los inversores han visto que hay mayor estabilidad financiera, que no se han devaluado las monedas y que se han tapado los agujeros de las arcas públicas

Una razón de peso para conseguir todo esto ha sido el aumento de los precios internacionales de las materias primas, rubro básico para la salud económica del continente. Latinoamérica da de comer con sus recursos naturales a China, India y otros países asiáticos, que están en plena ebullición y que han sido los primeros en levantarse del golpe propinado por la crisis.

El amigo chino

Fundamentalmente, China ha tirado del carro, porque basa gran parte de su crecimiento en las materias que compra a distintas naciones latinoamericanas: el volumen del comercio exterior entre ambos bloques económicos se ha multiplicado por ocho y en el último año ha aumentado un 43%. Muchas naciones latinoamericanas como Chile o Brasil han abierto sus puertas de par en par al mercado chino.

Como señala el presidente de Repsol, este patrón de crecimiento se mantendrá durante bastantes años: estamos ante lo que muchos analistas señalan como "la nueva normalidad" económica, donde los países emergentes serán los impulsores del crecimiento económico mundial, con tasas muy superiores a las que puedan conseguir las naciones desarrolladas.

El mundo es hoy más incierto que hace cinco años, han dicho en el foro. Pero esta realidad sonríe a América Latina. También a las empresas españolas allí presentes, que han buscado refugio en los países iberoamericanos mientras aquí soplan vientos huracanados. España sigue siendo uno de los mayores inversores en el continente: el primero de ellos, Telefónica, ha inyectado en la región más de 90.000 millones desde que inició su aventura americana. Uno de cada tres euros que ganan las empresas del Ibex 35 lo ganan en Latinoamérica.

La región tiene, no obstante, grandes retos por delante. Continuar reduciendo la brecha entre ricos y pobres, aumentar la educación y la productividad de su gente, y apostar por mantener unas leyes transparentes y estables, que no asusten a los inversores de fuera.