En aquella ocasión, la crisis financiera asiática dejó en el paro a 1,4 millones de tailandeses y el país tardó casi un lustro en recuperarse de los efectos de la salida de capital y la retirada de inversión extranjero.
Por ello, Vejjajiva anunció que el Gobierno prepara un nuevo plan de programas de formación profesional especializada y desarrollo de infraestructuras con el objetivo de dar trabajo a los primeros despedidos.
A principios de enero, el Parlamento tailandés dio su visto bueno a inyectar 116.700 millones de bat (3.340 millones de dólares) para reactivar la economía, basada en las exportaciones y el turismo.
El banco central del país estima que el Producto Interior Bruto crecerá este año como máximo al 2 por ciento por la caída en la demanda de los productos tailandeses, que puede llegar a superar un cuarto del volumen de 2008.
La economía también se vio perjudicada a finales del año pasado por el enfrentamiento político entre partidarios y detractores del depuesto ex primer ministro Thaksin Shinawatra, que provocó la ocupación del palacio gubernamental y el cierre de los aeropuertos de Bangkok hasta que asumió el poder Vejjajiva.