El incremento de abril, impulsado principalmente por pedidos de metales primarios, maquinarias y vehículos automotores, ha sido el mayor desde diciembre de 2007, mes en el que comenzó la recesión económica.
En marzo, los pedidos habían disminuido un 2,1 por ciento, y la mayoría de los analistas había calculado un incremento del 0,6 por ciento para abril.
Estos bienes son productos diseñados para que duren tres o más años, y su demanda es muy sensible a las expectativas económicas, por lo cual sirve como un indicador del crecimiento futuro.
El gran tropiezo de la demanda de duraderos en abril ocurrió en los pedidos de aviones civiles, que disminuyeron un 6,8 por ciento. Si se excluye el sector, extremadamente volátil de bienes de transporte, los pedidos subieron un 0,8 por ciento en abril después de una caída del 2,7 por ciento en marzo.
Los pedidos de bienes de capital, esto es los equipos de las compañías que se consideran como la mejor medida mensual de la inversión empresarial, bajaron en abril un 2 por ciento después de una caída del 0,9 por ciento en marzo.