Esta nueva exigencia de la UE ya está en vigor para las flotas pelágicas y se aplicará progresivamente en los próximos años para el resto de artes.
Los Estados miembros han respaldado a través de sus embajadores ante la UE al pacto que cerraron los negociadores, pero para que sea efectivo tal acuerdo es necesario aún la ratificación formal por el Consejo y por el pleno del Parlamento Europeo en próximas fechas.
Como resultado de la negociación, la Eurocámara logró introducir el compromiso de que Bruselas realizará un informe "anual" sobre el nivel de aplicación y su eficacia, con el objetivo de valorar su "calidad".
El acuerdo, además, indica que es necesario también buscar una "solución pragmática" para el almacenamiento de las capturas a bordo de las embarcaciones más pequeñas.
También hay un compromiso para tomar medidas contra el riesgo de que la obligación de desembarcar también los descartes provoque la aparición de "mercados paralelos" para los pescados que no cumplen con la talla mínima para ser comercializados.