El resto de calificaciones de la entidad permanecen inalteradas, según ha explicado el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La agencia considera que el banco "continuará, probablemente, reestructurando su posición de financiación y liquidez mientras cierra su brecha con el sector bancario español en términos de cobertura de activos no productivos (NPA)".
S&P piensa que el levantamiento de financiación ayudará al banco a "compensar el impacto" de las "muy probables pérdidas" que registrará en 2016.
"Banco Popular pretende mejorar significativamente su cobertura de NPA hasta el 50% al cierre de 2016 desde el 38% del primer trimestre de este año, acercándolo a niveles de sus competidores domésticos. Además, el banco tiene como objetivo una reducción de su stock bruto de NPA de 15.000 millones de euros entre 2016 y 2018, desde los 34.000 millones de euros a fecha de 31 de marzo de 2016", ha indicado la agencia en un comunicado.
Según ha explicado S&P, la perspectiva podría ser rebajada a 'estable' si el banco fuera "incapaz de fortalecer su posición de liquidez", si cambiara a una estrategia "más agresiva" o si hubiera "modificaciones significativas" en el equipo de gestión del banco o en su estrategia.
Además, la perspectiva de la entidad presidida por Ángel Ron podría empeorar si fracasara en acercar sus provisiones de cobertura a la media del sector bancario en España o si fuera incapaz de reducir su stock de NPA como tiene planeado, ha añadido la agencia.
La agencia de calificación crediticia Fitch mantuvo también el rating de Popular en 'BB-' con perspectiva 'positiva', según informó el martes.