Además de BBVA y Santander, la agencia ha revisado el rating de Caixabank, Banco Sabadell, Banesto, Bankinter, Banco Popular, Bankia y BFA, entre otros.
S&P ha decidido recortar la calificación de todas las entidades financieras españolas que tuvieran una nota superior a 'BBB-', calificación que ha asignado a la deuda española, a la que ha colocado también en perspectiva negativa por la "profunda recesión económica" que está viviendo el país y que "está limitando las opciones políticas" del Gobierno de Mariano Rajoy.