Surge un nuevo modelo de convivencia entre las personas más pudientes: pagan hasta 2.500 euros por compartir habitación
Un nuevo modelo de convivencia se ha popularizado entre las personas más pudientes: pagan hasta 2.500 euros por compartir habitación
Los propietarios obtienen una mayor rentabilidad ya que el precio por habitación supera ampliamente el que obtendrían alquilando la vivienda completa
Alquilar una habitación en un piso compartido ya ronda los 500 euros: "Buscar un piso es imposible para los jóvenes"
Un nuevo tipo de mercado inmobiliario ha surgido entre las personas más adineradas: se trata del alquiler de habitaciones de lujo en pisos compartidos. En algunos casos, estos espacios pueden alcanzar precios de hasta 2.500 euros mensuales.
En este nuevo modelo de convivencia, las habitaciones cuentan con nombres evocadores y dimensiones generosas. Por ejemplo, la habitación Grecia, de 35 metros cuadrados, cuesta 1.600 euros al mes, mientras que la suite Roma, con el doble de espacio, alcanza los 2.500 euros. Otras habitaciones, sin nombre pero con precios igualmente elevados, llegan a costar 2.480 euros mensuales. No se trata de suites de hotel, sino de dormitorios de alto nivel dentro de viviendas compartidas.
“Se trata de un mercado de reciente aparición y que se da básicamente en el centro de las grandes capitales”, explica un experto en el sector. Las ubicaciones de estas viviendas son clave: se sitúan en zonas exclusivas y ofrecen vistas privilegiadas. Un claro ejemplo es una terraza en un lujoso piso compartido en Barcelona, que permite desayunar con vistas a la Sagrada Familia. Dormir en una de sus habitaciones cuesta dos mil euros al mes, una cantidad que, en la mayoría de los casos, no pagan directamente los inquilinos, sino sus familias.
Los perfiles que alquilan este tipo de habitaciones son estudiantes extranjeros adinerados o profesionales desplazados
“Ofrece mucha tranquilidad tanto al inquilino como al padre, ya que no van a sentirse solos y van a estar acompañados”, señala una fuente del sector. Los principales clientes de este tipo de alojamiento son estudiantes extranjeros de universidades exclusivas y profesionales desplazados, cuyos costos de vivienda suelen ser asumidos por las empresas que los contratan. “Incluyen además todos los servicios y suministros que un profesional pueda necesitar”, añaden.
Para los propietarios, este modelo supone una mayor rentabilidad que el alquiler tradicional, ya que el precio por habitación supera ampliamente el que obtendrían alquilando la vivienda completa. Así, el mercado de las habitaciones de lujo compartidas continúa en expansión, atrayendo a un perfil exclusivo de inquilinos y redefiniendo el concepto de piso compartido.
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