El índice de referencia de la Bolsa de Nueva York se ha revalorizado un pronunciado 6,4 % en lo que va de año, lo que le ha permitido sumar 742,22 puntos desde el 1 de enero, hasta los 12.319,73 de hoy, su mayor incremento en unidades en un primer trimestre desde 1998.
Además, el Dow Jones ha logrado cerrar en positivo ya siete de los últimos cuatro trimestres.
Éste también ha supuesto un muy buen comienzo de año para el selectivo S&P 500, que ha sumado este trimestre 68,19 puntos, lo que supone un avance del 5,4 %, su mayor ganancia en un primer trimestre asimismo desde 1998, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq se ha revalorizado en el mismo tiempo el 4,8 %.
La crisis de deuda en Europa, la ola de protestas en Oriente Medio y el Norte de África, y principalmente el terremoto que sacudió a Japón el 11 de marzo afectaron al parqué neoyorquino, que se dejó en unas dos semanas gran parte del terreno ganado desde el inicio del año, por lo que parecía que iba a acabar el trimestre prácticamente en tablas.
Sin embargo, Wall Street ha logrado recuperarse rápidamente y finalmente ha cerrado un primer trimestre en el que ha dejado claro que no va a dejar que la incertidumbre mundial ensombrezca su rumbo.
Los inversores están ahora más centrados en las noticias macroeconómicas en Estados Unidos, que esta semana han inundado el parqué neoyorquino, aunque todavía falta la más esperada: las cifras oficiales de creación de empleo en marzo que ofrecerá el Gobierno estadounidense el viernes y con las que los inversores tomarán el pulso a la economía de la primera potencia mundial.
Precisamente es el desempleo uno de los principales quebraderos de cabeza de los inversores neoyorquinos, por lo que el miércoles alegró mucho en el parqué el dato de creación de empleo en el sector privado, así como lo hizo hoy el descenso en 6.000 de las solicitudes de subsidio de desempleo la semana pasada, con los que los operadores esperan con buen sabor de boca a los próximos datos.
Otro dato macroeconómico que se divulgó hoy en Estados Unidos fue el relativo a los pedidos de bienes a las fábricas, que bajaron inesperadamente el 0,1 % en febrero, la primera reducción en cuatro meses, aunque la noticia no marcó demasiado el rumbo de Wall Street.
Sí que volvió a estar en el punto de mira de los inversores este jueves el fuerte ascenso del precio del petróleo de Texas, que cerró esta jornada con un avance del 2,34 %, hasta los 106,72 dólares por barril, lo que supone su precio más alto desde septiembre de 2008.
Durante este primer trimestre de 2011 el crudo de Texas ha subido un fortísimo 16,78 %, coincidiendo con la tensión política y militar en Oriente Medio y en el norte de África.
El pronunciado ascenso de las materias primas se tradujo además en que el oro volviera a marcar hoy un récord en la Bolsa Mercantil de Nueva York, donde terminó la sesión a 1.439,9 dólares por onza.
Desde el ámbito empresarial la noticia del día fue sin duda la inesperada dimisión en Berkshire Hathaway de David Sokol, uno de los principales candidatos a suceder al multimillonario inversor Warren Buffett al frente de la compañía.
Tras la dimisión se ha desatado una gran polémica, ya que Buffett explicó que Sokol compró 96.060 acciones de la química Lubrizol entre el 5 y 7 de enero, unos diez días antes de sugerirle que se hiciera con esa compañía.
Esa polémica afectó hoy a la cotización de Berkshire, cuyas acciones de clase A se dejaron el 2,19 %, mientras que las de clase B perdieron el 2,14 %.
También destacaron los descensos de las dos compañías que comenzaron a cotizar el jueves en la Bolsa de Nueva York: el gigante del software chino Qihoo cayó el 12,97 % -un día después de dispararse por encima del 100 %- y la firma de inversión Apollo Global Management se dejó el 1,1 %.