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España vivió hace dos semanas un episodio de temperaturas excepcionalmente altas. Los primeros 40 ºC llegaron en mayo, y este fin de semana podrán hacerlo los 43 ºC si las previsiones se cumplen. No se descarta, incluso, que tengamos la primera ola de calor oficial de 2022 diez días antes del comienzo del verano. ¿Por qué será tan asfixiante?
Se avecina un “intenso episodio de altas temperaturas”, en palabras del portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Para que hablemos de una ola de calor deben cumplirse una serie de requisitos: durante al menos tres días consecutivos, al menos el 10 % de las estaciones meteorológicas deberán superar el percentil del 95 % de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000.
Si bien las temperaturas han bajado ligeramente este miércoles, cuando el calor será moderado, a partir del jueves volverán a subir hasta el lunes, 13 de junio. Cada día que pase se alcanzarán más valores más anómalos, entre 5 y 15 grados por encima del promedio de estas fechas (media de 1981 a 2010).
“Se superarán los 35 e incluso los 40 ºC en los valles del Guadiana y el Guadalquivir, y quizá también en el Ebro el fin de semana y en el comienzo de la próxima”, pronostica Del Campo. Las noches serán insoportables, con valores entre los 20 y 22 ºC en muchas provincias del viernes al lunes.
Quedarán al margen las comunidades cantábricas y el norte de Galicia, y el calor será más moderado en el Levante y en las islas Baleares. En Canarias, el calor del comienzo de la semana irá remitiendo poco a poco, y la máxima se quedará entre los 22 y 27 ºC el fin de semana.
“No podemos descartar que estemos ante la primera ola de calor climatológica del 2022, aunque aún es pronto para afirmarlo rotundamente”, asegura el meteorólogo de la Aemet. “Si finalmente se declara una ola de calor -que empezaría el sábado o el domingo- se trataría de una de las más tempranas desde que se tienen registros”, informa. “Hasta ahora, la ola de calor más temprana fue la del 11 junio de 1981”.
Las altísimas temperaturas previstas para junio 2022 vendrán impulsadas por “una gran dorsal anticiclónica, con aire cálido en origen y altas presiones en su seno”, que hará que se produzcan movimientos descendentes del viento, desde niveles altos de la atmósfera a la superficie. “En el descenso, el aire se comprime y se calienta”, explica Del Campo.
La estabilidad atmosférica favorecerá que se caldee mucho la superficie, puesto que “en junio el sol está alto y calienta eficientemente”. La ausencia de nubes o viento favorecerá que las temperaturas se disparen muy rápidamente.
Por si fuera poco, el domingo y el lunes se formará un área de bajas presiones en el Atlántico que inyectará aire cálido procedente norte de África, disparando los termómetros por encima de los 40 ºC en zonas del centro, el sur y el noreste de España.