Una plaga de langostas arrasa los cultivos en La Serena, en Extremadura, tras las lluvias de primavera
Una plaga de langostas los cultivos en múltiples localidades de la comarca de La Serena (Extremadura) tras las lluvias de primavera
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Los agricultores de varias localidades de la comarca de La Serena, en Extremadura, están cada vez más alarmados. Una plaga de langostas está devorando los cultivos en fincas de tres términos municipales: Cabeza de Buey, Zarza Capilla y Peñalsordo, en la provincia de Badajoz. Es la peor invasión que se recuerda en el campo, lo cual se debe en parte a las intensas lluvias registradas en primavera.
La langosta mediterránea o marroquí (Dociostaurus maroccanus) es un insecto que puede causar daños millonarios a la agricultura, sobre todo cuando se produce un fenómeno llamado gregarización, cuando se desplazan decenas de kilómetros desde su lugar de origen. Actualmente, las langostas detectadas en Extremadura se encuentran en la fase solitaria, que supone un riesgo para los pastos y cultivos, por lo que se están reclamando tratamientos fitosanitarios para contener la plaga.
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La Dirección General de Agricultura y Ganadería de la Junta de Andalucía publicó precisamente el pasado mes de mayo una serie de normas en el DOE (Diario Oficial de Extremadura) para controlar la expansión de la langosta mediterránea en la campaña 2022, pero estas habrían resultado insuficientes este año, debido a las condiciones meteorológicas favorables para su proliferación.
En los meses de marzo y abril 2022 se produjeron episodios de lluvias considerables en Extremadura, poniendo fin a la sequía meteorológica que castigaba a la comunidad y llenando ligeramente los embalses de La Serena y Zújar, que proporcionan una zona húmeda para que las langostas salgan adelante con más éxito del deseable.
Con el aumento de las temperaturas, y teniendo en cuenta que las nuevas medidas prohíben el uso de ciertos productos fitosanitarios para la prevención y erradicación de plagas que resultan más efectivos, las langostas se han multiplicado a un ritmo vertiginoso, lo cual están pagando ahora los agricultores.
Los vecinos exigen más medidas. Hasta el momento, la Junta tiene el plan de realizar prospecciones y realizar tratamientos para frenar la expansión de la langosta.