{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Las lluvias caídas en las últimas semanas siguen sin ser suficientes. Los embalses se encuentran por debajo del 33 % de su capacidad en España, con una situación especialmente alarmante en Andalucía, donde se quedan en torno al 22 %, y en Cataluña. En el área metropolitana de Barcelona se están aplicando restricciones de agua por la sequía dada la dificultad para abastecer a más de 6,5 millones de personas, que miran al cielo con preocupación. ¿Habrá más lluvias?
A estas alturas, el año pasado el embalse de Sau que abastece a la mayor parte de Barcelona se encontraba al 52 % de su capacidad. Esta semana, sus aguas apenas llenan el 18 % del pantano, incluso dejando ver la iglesia antes sumergida. Como consecuencia, 6,7 millones de habitantes (el 80 % de la población catalana) en 514 municipios de 22 comarcas se verán afectados por las restricciones.
El pasado fin de semana se produjeron algunas lluvias en Barcelona, aunque poco copiosas en general. Esta semana, el rápido paso de la borrasca Denise ha cubierto los cielos de nubes y ha causado intensas rachas de viento y oleaje adverso en las comunidades del Mediterráneo, incluida Cataluña, en cambio las precipitaciones han sido escasas.
En los próximos días tampoco está previsto que caiga mucho más. El paso de un frente por el noreste peninsular sí podría dejarnos algo de lluvia de cara el viernes, especialmente en la vertiente norte del Pirineo y en la mitad oriental de Cataluña, y no se descartan en el resto de forma más débil y dispersa. Estas son las cantidades previstas durante el resto de la semana.
La cota de nieve podrá bajar ese día a unos 1400 metros, y de nuevo veremos heladas por el intenso frío nocturno. Los vientos soplarán del noroeste y podrán golpear con fuerza en el sur de Tarragona y en cotas altas del Pirineo.
Más allá de estas precipitaciones, las previsiones apuntan a un agravamiento de la sequía, por lo que no parece que la situación vaya a mejorar en Barcelona.
Hasta el momento, las restricciones no afectarán a los hogares, pero sí se limita el riego de jardines, el llenado de piscinas y la limpieza de coches, entre otras medidas. La última vez que se adoptaron medidas por la sequía en Barcelona fue en 2008.