La Comisión Electoral comienza a recibir resultados entre denuncias de fraude

AGENCIA EFE 19/09/2010 10:50

Según dijo hoy en rueda de prensa el jefe del organismo, Fazal Manawi, los datos preliminares señalan que votaron "unos cuatro millones" de afganos, en torno al 35 por ciento de los electores llamados a las urnas.

Manawi aseguró que el recuento de los votos ha sido completado en 22 de las 34 provincias del país y enviado a las capitales provinciales, pendientes ahora del escrutinio, y calificó los comicios como "un gran logro".

"Si ha habido deficiencias, prometemos investigarlas", afirmó el jefe de la Comisión, que no proporcionó todavía resultados.

Tras la intensa jornada electoral - con 400.000 miembros de las fuerzas de seguridad en estado de alerta, a los que se sumaron otros 150.000 de las tropas internacionales- ha comenzado a emerger lentamente la verdadera dimensión de los actos de violencia y del fraude.

Hoy mismo, Manawi dijo tener informes "sin confirmar" sobre "21 civiles" muertos por sucesos violentos -ayer, las autoridades dijeron 14-, y reconoció once ataques contra material electoral y 93 contra centros de voto en distintos puntos del país.

Ese último dato oficial está lejos de la cantidad denunciada por la Fundación independiente para unas Elecciones Libres y Justas de Afganistán (FEFA), que señaló en un comunicado que ocurrieron "sucesos violentos graves" en al menos 389 colegios.

Esa organización dijo tener una "seria preocupación" sobre la calidad de estas elecciones, y enumeró un rosario de irregularidades, relativas a los actos violentos, las prácticas fraudulentas y el desajuste respecto a la ley electoral.

La violencia provino tanto de los talibanes, que habían llamado al boicot electoral, como de los propios "candidatos, sus agentes y caciques locales", según la FEFA, que denunció interferencias por parte de funcionarios del Gobierno para beneficiar a sus favoritos.

"Se observaron actos como el llenado artificial de urnas con distinta gravedad en la mayoría de las provincias, y también se supo de menores de edad que depositaron el voto sin tener derecho a ello, así como de casos de votos inducidos", añadió el organismo.

Durante la jornada de ayer hubo rumores de que la tinta con la que quedan marcados los dedos de los votantes podía borrarse, con la consiguiente preocupación de que pudieran darse votos múltiples, aunque la Comisión Electoral negó que esto estuviera sucediendo.

La FEFA, sin embargo, denunció que en muchos colegios no se respetó la hora del cierre, y que en algunos de ellos se acabaron las papeletas de voto antes de que todos los votantes pudieran emitir su sufragio, entre otras irregularidades.

A las urnas estaban llamados unos 11,4 millones de electores para elegir a los 249 miembros de la "Wolesi Jirga" o Cámara Baja afgana, entre los poco más de 2.500 candidatos, aunque los resultados definitivos tardarán semanas en llegar.

Como recordó hoy Fazal Manawi, parte de esa lentitud se debe a que las denuncias deben ser investigadas por la Comisión de Quejas, un organismo que ya fue clave en la anulación de cientos de miles de papeletas en los turbios comicios presidenciales del año pasado.

En la sede de la Comisión Electoral podían verse ya hoy los primeros paquetes de voto enviados por los colegios, que decenas de empleados separaban en dos grupos: los sobres blancos, con resultados, y los marrones, con quejas.

"Aún no podemos abrirlos. A simple vista, yo no observo tantas quejas", dijo a Efe uno de ellos, Samim, encargado de la provincia de Kabul, quien sin embargo dijo no estar en condiciones de comparar con las quejas registradas el año pasado.

Las autoridades afganas afirman que los comicios han sido un éxito por las dificultades logísticas, el desafío talibán y las precarias infraestructuras del país, donde el grueso de la población está sumida en la pobreza y apenas sabe leer y escribir.

Los resultados preliminares serán publicados el próximo 8 de octubre, pero los expertos coinciden en que será difícil entenderlos hasta las primeras reuniones de la Cámara Baja, porque la inmensa mayoría de los candidatos han concurrido como independientes.

Por Diego A. Agúndez