Arranca este martes el juicio con jurado contra el marido de Rosa Galera, acusado de su asesinato

EUROPA PRESS 24/06/2013 11:52

A continuación, el procesado, quien tiene una hija de seis años en común con la víctima, quien tenía 28 años, se deshizo presuntamente de su cadáver enterrándolo en una cueva ubicada en un paraje "inhóspito y deshabitado" del municipio de Tabernas, situado a más de 50 kilómetros de su pueblo.

Óscar P.F., que será enjuiciado ante la Sección Primera, se enfrenta a una petición del fiscal de 19 años de cárcel como autor de un delito de asesinato y otros 30 meses de prisión por un delito de tenencia ilícita de armas. La acusación particular eleva la pena a 25 años al considerar que medió ensañamiento en el crimen mientras que por el segundo delito interesa tres años de cárcel.

Para el traslado y la sepultura del cuerpo sin vida de Rosa Galera, el procesado contó con la colaboración, según recogen ambas acusaciones, de un segundo implicado, F.J.R.F., para el que solicitan penas que oscilan entre los dos años y nueve meses, y los tres años de prisión como presunto autor de un delito de encubrimiento.

El escrito de acusación fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, recoge que Óscar P.F., quien llevaba varios meses "separado de hecho" de la víctima, preparó a primera hora de la mañana del 30 de mayo de 2011 el asesinato y que, con la "clara finalidad de acabar con su vida", tomó una pistola de fabricación artesanal, que cargó con dos proyectiles de 12 milímetros, y una navaja.

A continuación, salió a la calle y abordó a Rosa Galera cuando circulaba en su turismo por el Polígono Industrial de Fines. Ella detuvo la marcha y, "confiada en el recto proceder" de su marido, permitió que entrase en el coche y se sentase en el asiento del copiloto. Tras esto, reanudaron la marcha hasta que él le mandó parar recorridos unos cuantos metros.

Según el Ministerio Público, una vez estacionado el vehículo, el procesado "puso en ejecución sus designios criminales" y "de forma sorpresiva e inesperada para la víctima, que nada pudo hacer por defenderse", le disparó a quemarropa a la altura del abdomen. Cuando ella estaba "aturdida", Óscar P.F. asió la navaja y la degolló.

El fiscal recoge, que antes de que Rosa muriese asesinada, le dio un segundo corte de más de once centímetros en uno de sus muslos y efectuó otro disparó que rompió el cristal de la ventanilla al tiempo que subraya que el deceso se produjo por un shock hemorrágico, unido a la herida por arma de fuego, "de riesgo vital".

Una vez consumado el crimen, el acusado llevó el coche a una vía verde del municipio y trasladó el cadáver al maletero "para que no pudiera ser visto por ningún viandante". A continuación, fue hasta su domicilio, se cambió de ropa y salió a buscar a su amigo F.J.R.F, a quien le contó lo que había hecho y le pidió ayuda para ocultar el cuerpo.

"INFORMACIÓN SESGADA Y PARCIAL"

Tras proveerse de picos y palas, se dirigieron hasta la "Ramblilla de las Vacas', en el término municipal de Tabernas y unos 51 kilómetros de Fines, y enterraron el cadáver en una cueva natural, lugar en el que fue encontrado por la Guardia Civil tres días después gracias a las "información sesgada y parcial" que fueron obteniendo los investigadores del presunto encubridor.

Para llegar hasta esta zona, "inhóspita y abandonada", cada uno fue en un vehículo. Óscar P.F. se deshizo del turismo de la víctima abandonándolo en una zona conflictiva de la capital almeriense mientras que F.J.R.F., según el fiscal, regresó a Fines y le recogió en la barriada de El Puche al día siguiente. Ninguna de las armas homicidas fue encontrada durante la instrucción.

Precisamente, el presunto encubridor y cómplice fue detenido por la Guardia Civil a principios de junio por quebrantamiento de una medida cautelar impuesta por la Audiencia Provincial de Almería, en la que se le prohíbe acercarse a la localidad de la que era natural la víctima.

El escrito, en el que se interesa que indemnice a su hija menor de edad con 150.000 euros y a los padres de Rosa Galera con un total de 100.000 euros, señala que el procesado tiene una dependencia moderada a los opiáceos y a la cocaína, lo que, remarca, "no le afecta a sus capacidades de entender la naturaleza y trascendencia de los hechos que se le imputan ni actuar conforme a ese conocimiento".

CUMPLIMIENTO ÍNTEGRO DE PENAS

Por su parte, la acusación particular, ejercida por el letrado Alfredo Najas de la Cruz y que coincide en lo esencial con el relato de hechos con el del Ministerio Público, solicita la máxima pena prevista en el Código Penal para el delito de asesinato al estimar que existió ensañamiento.

Alrededor de 500 personas se concentraron en la Plaza del Ayuntamiento de Fines (Almería) el pasado 31 de mayo en apoyo a los familiares y amigos de Rosa Galera para conmemorar el segundo aniversario de su muerte. El acto, en el que se leyó un manifiesto y se guardaron cinco minutos de silencio, sirvió para expresar el rechazo colectivo a la violencia de género y mostrar el apoyo a los familiares de cara a la vista oral.

Los familiares anunciaron, asimismo, la presentación unas 50.000 firmas para solicitar en el Congreso que se modifique el Código Penal a fin de que los condenados por violencia de género cumplan íntegramente las penas que se les imponen.