La presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina, afirma que el secretario general del PSN, Roberto Jiménez, "no fue capaz de asumir las responsabilidades que acarrea formar parte de un Gobierno" y se ha mostrado "sorprendida" de que al propio Jiménez "le sorprendiera" su cese del Ejecutivo.
Barcina considera que las "dudas" que lanzó Jiménez sobre la situación de las cuentas de Navarra fueron una forma de "tensar la cuerda para forzar la ruptura del Gobierno de coalición", que era, a su juicio, "la mejor fórmula" de Gobierno ante la situación de crisis económica.
La presidenta ha indicado, en comisión parlamentaria, donde comparece a petición propia para informar la situación de las cuentas, que "gobernar hoy es aceptar la impopularidad y renunciar a las expectativas electorales halagüeñas, gobernar hoy es afrontar la incomprensión, el descrédito, el insulto gratuito de algunos que defienden intereses particulares y gremiales".
Sin embargo, ha criticado que Roberto Jiménez, desde el Gobierno de Navarra, hizo "oposición" al propio Ejecutivo foral y al Ejecutivo del Partido Popular a nivel nacional. "No se puede estar a la vez en la pancarta y el despacho", ha advertido.
Barcina ha censurado sí que el líder socialista "aceptó sin rechistar la congelación de pensiones y la reducción del sueldo de funcionarios" cuando gobernaba el PSOE en Madrid y luego en Navarra era "renuente a tomar medidas menos dolorosas". Según ha dicho, si ahora gobernara el PSOE, "Jiménez secundaría las desagradables decisiones y las estaría justificando en aras a la responsabilidad".
Barcina ha continuado en esta línea manifestando que no sabe si Jiménez "ha querido estar en misa y repicando", pero "en el día de la huelga dijo que se garantizaría el derecho a la huelga y nada dijo del derecho al trabajo" y se ha manifestado "junto a organizaciones sindicales con las que tenía que negociar y recortar de la Función Pública".
La jefa del Ejecutivo ha afirmado que "Navarra no merecía un Gobierno con un vicepresidente así para solucionar los graves problemas que teníamos, era incomprensible que insinuara que Navarra era un chiringuito lleno de tramposos".