Condenado a 18 años de cárcel el acusado de matar a un joven en la Feria de Abril de 2009

EUROPA PRESS 29/06/2012 14:14

En una sentencia de 42 páginas, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sección Séptima condena además a Martín S.B. a nueve meses de cárcel por un delito de riña tumultuaria y al pago de una multa de 400 euros por una falta de hurto en grado de tentativa en relación a la sustracción de la chaqueta que desencadenó la pelea posterior en la que se produjo el crimen.

Respecto al tercer acusado, Juan Antonio L.V., la Audiencia Provincial lo condena también a nueve meses de prisión por el delito de riña tumultuaria y a otros nueve meses y el pago de 400 euros por un delito de resistencia a agente de la autoridad en concurso con una falta de lesiones. En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar con 1.100 euros a un agente de la Policía Nacional por las lesiones y secuelas causadas.

El juicio contra los tres acusados, que se encontraban en libertad provisional tras abonar una fianza de 6.000 euros, se celebró entre los pasados días 18 y 20 de junio, y entonces la Fiscalía pidió para el principal imputado 20 años por el asesinato; para Martín S.B. un año de prisión por un delito de robo con violencia intentado en relación a la sustracción de la chaqueta y nueve meses por un delito de riña tumultuaria, mientras que para Juan Antonio L.V. pidió la misma pena por la riña tumultuaria y 18 meses de cárcel por atentado a la autoridad.

La Audiencia Provincial considera probado que los hechos tuvieron lugar a las 3,15 horas del día 1 de mayo de 2009, cuando Martín cogió de una barandilla un chaquetón, hecho que fue observado por un amigo del dueño de la prenda, por lo que ambos, en compañía de otro joven, "abordaron" al imputado "cuando se reincorporaba a su grupo portando la chaqueta, que ya había registrado, y le exigieron su devolución".

MUERTE "INMEDIATA"

Al negarse, el propietario de la prenda "se la arrebató de sus manos, recuperándola", tras lo que, "de inmediato y sin solución de continuidad", se inició una "trifulca" en la que participaron "al menos cinco personas" de cada grupo, entre ellos los otros dos acusados y la víctima, que acudió "al alboroto" al objeto de "separar y apartar a quienes peleaban, sin que conste que interviniese en la camorra".

De este modo, el fallecido llegó a estar enfrentado con los tres acusados, momento en el que Jesús "sacó un cuchillo jamonero de 27 centímetros de hoja que tenía hasta entonces escondido, con el que de forma inopinada propinó a la víctima un golpe en el pecho sin que nada pudiera hacer para defenderse", cuchillo que fue cogido por Juan Antonio momentos antes de una caseta de la feria y que le "quitó" el principal acusado.

Este ataque provocó la muerte "inmediata" de la víctima tras caer al suelo en dos ocasiones, añade la Audiencia, que precisa que a "resultas del fuerte impacto" contra el cuerpo de la víctima, la hoja del cuchillo se separó del mango, que conservó Jesús "hasta tirarlo poco después desde un puente cercano junto con la prenda que vestía, cuyo cuello quedó manchado de sangre de la víctima".

LOS AGENTES IBAN IDENTIFICADOS

Tras el crimen, los tres acusados y sus amigos "se dispersaron abandonando el lugar", aunque Martín y Juan Antonio "regresaron poco después, cuando en el lugar quedaban todavía amigos del fallecido y habían llegado dos funcionarios" de la Policía Nacional en su vehículo camuflado, aunque "tenía colocadas en su salpicadero, y encendidas, las luces azules identificativas".

Así, insiste en que los agentes, "que vestían de paisano pero llevando colgadas del cuello con una cadena sus placas policiales, fueron avisados por los presentes de la llegada de los dos acusados, señalándoles como agresores", por lo que, "identificándose como policías, los agentes dieron el alto" a los imputados, "iniciando éstos la huida, en la que cesó prontamente" Martín aunque no así Juan Antonio, "quien fue perseguido" por un agente y varios amigos de la víctima hasta llegar a una caseta.

Una vez allí, el acusado se introdujo "seguido sólo del policía" y atravesó entera la caseta hasta llegar al fondo, donde "se encaramó a una pared o valla para saltarla y escapar, siendo agarrado por el policía, quien tiró de él para hacerlo bajar, ante lo que Juan Antonio reaccionó dándole patadas y puñetazos hasta ser finalmente reducido y detenido".

ATAQUE "VIL"

En relación al asesinato, la Sección Séptima argumenta que la puñalada "se propinó" de forma alevosa y "directamente al corazón, de forma certera y rápida" --pues sólo pasaron 28 segundos entre el inicio de la pelea y la agresión-- y estando ambos de frente "aunque no totalmente, dada la trayectoria sesgada de la cuchillada, que sugiere una mayor sorpresa en el ataque", mientras que la falta de lesiones propias de defensa "acrecentaría aún más la vileza del ataque".

"La intensidad del golpe, la zona en la que se provocó, la trayectoria de la cuchillada y las circunstancias de la pelea permiten afirmar tanto el ánimo de matar en el autor como la concurrencia de la alevosía sorpresiva o súbita al agredir inopinadamente a quien se sabe desprevenido y sin posibilidad de reacción defensiva", asevera la Audiencia, que, aunque admite que "no hay prueba directa de que el acusado fuera el autor de la única cuchillada", dice que "sí hay severos indicios de que fue él el autor".

Así, "hay prueba testifical acreditativa de que el procesado reconoció haber propinado la cuchillada", ya que un testigo dijo que oyó decir a Jesús "que había pegado una puñalada", mientras que otro aseguró que el acusado reconoció "haber metido una puñalada" y que se había roto el mango del cuchillo.

"OCULTAR"

A todo ello se suman las llamadas efectuadas por el principal imputado a varios amigos que habían estado en el lugar de los hechos, llamadas "cuya finalidad evidente era conocer si había llegado a intervenir la Policía y la dimensión que la situación hubiera podido alcanzar, interés propio de quien tiene algo que ocultar y/o que tiene que protegerse ante una eventual actuación policial".

Además, la Audiencia señala que "ninguna enemistad, animadversión o ánimo espurio hacia el acusado afloró en el curso de los testimonios" de los diversos testigos, mientras que otro "intenso" indicio es que, "de los tres procesados, sólo Jesús optase por quitarse de en medio".

También señala que "si la investigación pasó a centrarse" en Jesús "fue por la que podría denominarse movilización del barrio de Bellavista, barrio de residencia de los tres acusados y los amigos con los que coincidieron en la Feria", movilización "a relacionar con el dato de que se atribuyere la muerte a Juan Antonio, de forma que de tal actitud cabe decir que perseguía el buen fin de evitar el encausamiento de quien se sabía inocente de la muerte".

NIEGA UN POSIBLE PACTO

Frente a ello, "ningún contraindicio hay más allá de la negativa exculpatoria del procesado", pues "la tesis de la defensa de la existencia de un pacto contra su patrocinado carece de todo apoyo", motivo por el que lo condena a 18 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía.