En las reuniones que mantuvieron la semana pasada la Mesa y la Junta de Portavoces ya se avanzó en el diseño de ese debate que, en principio tendrá carácter monográfico. Entonces los grupos ya acordaron que sólo se debata la iniciativa del Parlament, con independencia de que también se sometan o no a votación las llamadas 'copias de seguridad' que registraron en su día CiU, ERC e ICV para asegurarse de que el texto institucional no se demorara a septiembre.
Es decir, la propuesta de delegar las competencias sólo será defendida por la delegación enviada por el Parlament, compuesta en principio por Jordi Turull, portavoz de CiU en la cámara autonómica; Marta Rovira, secretaria general de Esquerra (ERC), y Joan Herrera, líder de Iniciativa per Catalunya (ICV).
Y ya que CiU, ERC e ICV no van a tener otro turno más para defender las copias que registraron como grupos parlamentarios en el Congreso, también se pactado que ningún grupo de los contrarios a la consulta soberanista ejerza el turno en contra, para así no privilegiar unas voces sobre otras.
EL GOBIERNO INTERVENDRÁ CUANDO QUIERA
El Gobierno, conforme a los usos y costumbres parlamentarios, podrá intervenir en cualquier momento de la sesión y, en todo caso, el Reglamento prevé que, antes de comenzar el debate, habrá de leerse a la Cámara el escrito que registró hace unas semanas el Ejecutivo exponiendo su criterio contrario a la propuesta del Parlament, aquél en que decía que Cataluña no puede decidir unilateralmente su futuro y que por tanto el referéndum sólo es "especulativo".
Cómo es habitual cada vez que hay que dar lectura a un escrito en el Pleno, el encargado de hacerlo será el secretario primero de la Mesa del Congreso, un cargo que esta legislatura ocupa el 'popular' Ignacio Gil-Lázaro.
Conforme a la ordenación del debate que se empezó a esbozar la semana pasada, cada uno de los tres representantes del Parlamento catalán dispondrá de diez minutos para presentar la iniciativa al Congreso, el doble de lo habitual.
A partir de ahí, cada uno de los grupos parlamentarios del Congreso, de menor a mayor, irán fijando posición por espacio de unos 20 minutos cada uno. El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha prometido una "interpretación generosa" del Reglamento y se habla de hasta otros dos turnos de intervención por cabeza.
Los detalles los cerrará este martes la Junta de Portavoces, que también habrá de decidir cómo se encajan en ese Pleno de la segunda semana de abril todos los asuntos que iban a haberse debatido los pasados martes y miércoles y que quedaron aplazados al desconvocarse la actividad parlamentaria por la muerte de Adolfo Suárez.
COMPLETAR EL ROMPECABEZAS
En fuentes parlamentarias se indicó a Europa Press que la pretensión del presidente del Congreso era incluir en el orden del día del 8 de abril las proposiciones no de ley que debían de haberse la pasada semana. Ya se da por hecho que no se debatirán este martes, pero su inclusión sería un mecanismo de prevención para que se puedan pasar al día siguiente.
El 9 de abril, miércoles, se celebraría la habitual sesión de control, con las preguntas registradas la pasada semana u otras nuevas si los grupos deciden actualizarlas, y se añadiría el debate de las mociones previstas para el pasado martes que fueron aplazadas. Y faltarían por encajar también las proposiciones de ley.
Además, hay que decidir si se incluye también el miércoles la comparecencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para informar del resultado del Consejo Europeo que se celebró la semana pasada en Bruselas.