Según se recoge en la Orden Ministerial publicada este jueves en el Boletín Oficial de Defensa, el nuevo Comisionado será un general, que compaginará su responsabilidad actual con el nuevo proyecto. Ni su designación ni sus actividades supondrán incremento de la plantilla ni del gasto público.
En el texto, al que ha tenido acceso Europa Press, Defensa explica que la gran variedad de bienes inmobiliarios de Defensa --desde "grandes bases" donde están sus unidades a otras propiedades "de reducida extensión"-- y su diferente situación jurídica y patrimonial, en algunos casos de "difícil identificación por su antigüedad", hacen "especialmente compleja" clasificar y determinar este patrimonio.
Ahora, el Departamento que dirige Morenés quiere "adecuar" el patrimonio de Defensa a sus "necesidades reales" y asegurar que "se emplea de manera eficiente".
Para ello, la propuesta que elabore el general designado deberá "identificar aquellas posibles actuaciones a llevar a cabo sobre el patrimonio inmobiliario" de Defensa "que permitan racionalizar su uso y obtener una mayor eficiencia en los costes de su operación y sostenimiento".
El nuevo Comisionado será nombrado y cesado por el ministro, a propuesta del secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, de quien dependerá funcionalmente y a quien deberá informar periódicamente sobre las actividades desarrolladas y los resultados obtenidos.
PLAZO MÁXIMO DE NUEVE MESES
Su designación, y las de todas las comisiones de servicio que se ordenen para ayudarle en su tarea, se extinguirán cuando acaben los trabajos previstos y, en toco caso, en un plazo "máximo" de nueve meses desde que sea nombrado.
El secretario de Estado adelantó el pasado mes de julio la intención del Ministerio de elaborar un plan especial de infraestructuras para estudiar qué patrimonio se puede "gestionar mejor", con participación incluso privada, para "generar ingresos" e inversiones adaptadas al futuro.
Según explicó en un desayuno del Club Diálogos para la Democracia, el objetivo es "identificar los inmuebles de los que prescindir y buscar fórmulas para convertir esos fondos potenciales en mayor inversión para las Fuerzas Armadas". No se trata, explicó, de pagar gastos corrientes, sino de lograr ingresos "de infraestructuras no adecuadas para el momento actual" transformadas en "infraestructuras útiles".