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El discurso de Navidad de 2021 del rey Felipe VI duró 12 minutos y 28 segundos y contó con un total de 1.554 palabras. Tuvo lugar en la Sala del Palacio de La Zarzuela, contigua al Salón de Audiencias. El Rey fue vestido con traje azul marino, camisa blanca con rayas finas y corbata con puntos en tonos rojo, azul y blanco.
El Rey Felipe VI comenzó su discurso con un recuerdo a los vecinos afectados por el volcán de La Palma, muchos de los cuales han perdido sus hogares y medio de vida, para luego hacer referencia a la situación del covid que Felipe VI considera mejor que hace una año pese a la sexta ola, gracias a las vacunas. No obstante, ha hecho una llamada a la prudencia para no dar pasos atrás y ha agradecido a los sanitarios su labor y esfuerzo. En cuanto a la situación económica el rey Felipe VI ha destacado en su discurso de Navidad a todos los que, pese a la recuperación de puestos de trabajo tienen dificultades por la subida de los precios, el coste de la energía y las dificultades para encontrar un empleo estable. El Rey Felipe VI ha hablado también de la situación política para pedir consensos que vayan más allá de las opiniones diferentes, ensalzando de nuevo el papel de la Constitución como garante. Y sin nombrar a su padre, el rey emérito Don Juan Carlos ha incidido en la necesidad de unas instituciones que deben respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo de integridad pública y moral. Estas son las frases y los mensajes más significativos del discurso del Rey Felipe VI.
Mis primeras palabras en esta Nochebuena quiero dedicarlas a quienes vivís en la isla de La Palma y estáis pasando, desde hace tres meses, una situación tan dolorosa y difícil.
El volcán os ha dejado a muchos sin hogar, sin medio de vida y a todos nos ha llenado de tristeza.
Hoy nuestro corazón y nuestro pensamiento siguen con vosotros.
Contáis con el trabajo y el compromiso de todas las Administraciones para que podáis reconstruir, cuanto antes, vuestras vidas, vuestra economía, y rehacer así vuestros proyectos con ilusión.
Hemos avanzado sustancialmente en la lucha contra la pandemia gracias al descubrimiento y autorización de las vacunas.
Podemos sentirnos especialmente satisfechos del proceso de vacunación de nuestro país.
El virus todavía tiene la capacidad de hacernos daño, de muchas maneras. Se vuelve a transmitir muy rápidamente y, por tanto, el riesgo no ha desaparecido.
Debemos seguir teniendo cuidado, protegernos y actuar con la mayor responsabilidad individual y colectiva.
Todos tenemos que hacer lo posible para no dar pasos atrás en esta crisis sanitaria que tanto sufrimiento ha causado.
Y nuevamente al personal sanitario —en estos momentos— les damos inmensas gracias, con todo nuestro apoyo y ánimo.
Nuestra economía ha vuelto a crecer y a recuperar la gran mayoría de los puestos de trabajo que se habían visto temporalmente suspendidos.
La cifra de ocupados evoluciona a un ritmo realmente positivo.
Hoy en día existe preocupación en muchos hogares por la subida de los precios, el coste de la energía o por las dificultades para encontrar un empleo estable, especialmente para los jóvenes.
Ha aumentado el número de personas en situación de vulnerabilidad.
Debemos tener siempre presente los intereses generales y pensar en los ciudadanos, en sus inquietudes, en sus preocupaciones, estar permanentemente a su servicio y atender sus problemas.
Debemos respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo de integridad pública y moral.
El entendimiento y la colaboración son actitudes necesarias que dignifican las instituciones; más aún, las fortalecen, porque generan la confianza de los ciudadanos.
Las diferencias de opinión no deben impedir consensos que garanticen una mayor estabilidad, mayor bienestar en los hogares y den la necesaria tranquilidad a las familias ante su futuro.
Si sabemos adónde nos queremos dirigir, también debemos ser conscientes de dónde venimos.
El cambio profundo de España se ha debido a muchas razones: sentido de la historia, grandes acuerdos, generosidad, responsabilidad y visión de futuro.
El espíritu de la Constitución "nos convoca a la unidad frente a la división, al diálogo y no al enfrentamiento, al respeto frente al rencor, al espíritu integrador frente a la exclusión; nos convoca permanentemente a una convivencia cívica, serena y en libertad".
La Constitución ha sido y es la viga maestra que ha favorecido nuestro progreso, la que ha sostenido nuestra convivencia democrática frente a las crisis, serias y graves de distinta naturaleza, que hemos vivido, y merece por ello respeto, reconocimiento y lealtad.
esta noche también hay muchas personas velando por nuestra salud, por nuestra seguridad y tranquilidad, y garantizando los servicios públicos… Todos ellos, merecen nuestro reconocimiento y que les tengamos especialmente presentes en estas fechas.
Las imágenes y símbolos que han rodeado al Rey también han sido un elemento muy significativo en su discurso de Nochebuena, donde ha habido un gran protagonismo para la Princesa de Asturias y la infanta Sofía.