Garzón, otra vez al borde del precipicio

JULIO MULEY Y ANA BELÉN MARTÍN 08/06/2009 12:56

La historia comenzó el 14 de julio de 2008. , Ese día el magistrado tuvo que dejar en libertad a los procesados, Erdem Vardar y Sahin Eren.

Una confusión en las fechas de su detención y de su envío a prisión provocó que Garzón no prorrogara la prisión de ambos en la fecha en que debía hacerlo, el pasado 10 de julio.

En un informe que envió al Poder Judicial, el juez trató de quitar hierro al asunto asegurando que los procesados "eran simples porteadores" y que los máximos responsables de la organización estaban en prisión. Dijo además, que tanto Erdem Vardar como Sahin Eren habían manifestado su disposición a colaborar con la Justicia.

Pero de nada sirvieron estas explicaciones. El sindicato ultraderechista, Manos Limpias, se quejó ante el Poder Judicial que acusó al juez de negligencia. Mientras los dos narcotraficantes han estado controlados por la policía no ha habido ningún problema.

La Audiencia Nacional tenía intención de despachar este asunto con una multa mínima al juez. Pero las cosas han cambiado. Uno de los presuntos narcotraficantes ha huido y lo que iba a ser una multa se ha transformado en algo más serio.

Con este panorama la Sala de Gobierno de la Audiencia Nacional se ha visto obligada a trasladar este asunto a la Comisión Disciplinaria del Poder Judicial. En casos similares, los jueces no han resultado muy bien parados.

Hace 7 años, tres jueces de la Audiencia Nacional fueron sancionados a 7 meses de suspensión de empleo y sueldo. Su error fue dejar en libertad condicional al narcotraficante conocido como "Carlos el Negro".

Ellos se basaron en un dudoso informe psiquiatrico que alertaba de riesgo de suicidio. En cuanto, "Carlos el Negro" pisó la calle huyó. A partir de seis meses de sanción, los jueces pierden su destino. Es lo que está jugando Garzón.