En declaraciones a los medios en Barcelona, Herrera ha dicho que temen que una de las condiciones para el rescate sea que el Estado se convierta en avalista, la cual cosa supondría que el Gobierno sería el último responsable de los créditos concedidos a las entidades en caso de que no los pudieran devolver y, según Herrera, supondría hipotecar "nuestra generación y la de nuestros hijos".
Para el ecosocialista, no sería ni moral ni éticamente aceptable que sean los ciudadanos los que respondan por las "ineficiencias" de un sector financiero que, según él, los que gobiernan no quieren regular.
También ha declarado que el debate sobre el rescate debe producirse con "transparencia, democracia y responsabilidad", y es por ello que ha pedido que se expliquen todas las condiciones del rescate, que se debatan y voten en el Congreso, y que se depuren las responsabilidades de los gestores de las entidades afectadas, algo incompatible con la inminencia del esperado rescate.
En relación a la comisión de investigación de las cajas en el Parlament, Herrera también ha pedido que la institución "esté a la altura" y que pida explicaciones a todas las entidades sobre determinados productos financieros que, según Herrera, se han vendido a ciudadanos que desconocían sus características y que ha calificado de fraude.