Jorquera (BNG), dispuesto a "dialogar con todas las fuerzas" para un gobierno "insumiso con los recortes del PP"

EUROPA PRESS 16/09/2012 12:36

Pregunta a Feijóo si pactaría con Mario Conde e ironiza con que "sería la mejor manera de visibilizar la coalición entre el PP y los banqueros"

Teme que Galicia quede retrasada en su "estatus político" y aboga por "caminar hacia la soberanía", mientras Cataluña y Euskadi ya "reaccionan"

El candidato del BNG a la Presidencia de la Xunta, Francisco Jorquera (Ferrol, 1961), reduce a sólo dos las opciones electorales el 21 de octubre: "un gobierno títere que aplica los recortes de Rajoy" o "uno que ejerza y plante cara a esas políticas". Por ello, defiende la necesidad de que Galicia cuente con un ejecutivo "insumiso con los recortes" y, para lograr ese objetivo, abre la puerta a "dialogar con todas las fuerzas políticas", incluidas aquellas que cuentan con escindidos del Bloque.

"Si por decisión de los gallegos se abre un escenario que permite que haya un cambio de gobierno, pero ese cambio de gobierno exige del diálogo de más de una fuerza política, el BNG practicará ese diálogo", ha aseverado Jorquera en una entrevista concedida a Europa Press, al ser preguntado por las dificultades para negociar pactos postelectorales con fuerzas que llevan a escindidos, como es el caso de la coalición entre EU-IU y Anova, o Compromiso por Galicia.

Aunque el BNG no atendió la llamada a confluir en la coalición lanzada por su otrora líder, Xosé Manuel Beiras, el candidato a la Presidencia de la Xunta no cierra la posibilidad a negociaciones si los resultados electorales lo propician y asegura que la organización nacionalista ya "cerró" el "proceso conflictivo" que vivió en el primer trimestre, con el abandono de militantes de diversas corrientes.

Reconoce que fue "un proceso negativo", pero no les dedica críticas feroces como otros compañeros y se limita a indicar que "se confundieron en ese paso, porque en una situación de emergencia como la que vive el país, al único que beneficia, aunque no lo pretendiesen, es al PP". Así, defiende que el BNG ya dio "claras muestras" de que ha superado ese proceso y que está "a la vanguardia a la hora de defender políticas alternativas a las imperantes".

CAMBIO REAL

Pero a la hora de buscar ese ejecutivo que ejerza de "dique" de los recortes, Jorquera advierte de que el objetivo no es "simplemente una alternancia de gobierno, sino que se inicie una nueva etapa y que haya un cambio político real". Así, establece como "premisa" para que el BNG cierre cualquier pacto postelectoral, que sea "un gobierno insumiso con los recortes", cuyas prioridades sean la economía productiva, la generación de empleo y la protección de los servicios públicos y sociales y que apueste "decididamente por expandir el autogobierno".

"El BNG es la garantía de que en Galicia no va a pasar lo que pasó en Extremadura, que una fuerza llamada de izquierdas entregó el gobierno al PP, pero también es la garantía de que no va a pasar lo que pasó en Andalucía, donde se conformó un gobierno para luego practicar políticas de recorte", explicita, reacio a abordar el tema de los pactos postelectorales porque ahora es el tiempo de que las fuerzas políticas "expliquen sus propuestas para someterlas al veredicto de los ciudadanos".

Además, se justifica enviando la pelota al tejado del PPdeG, al que demanda que explique "qué haría si pudiese completar su mayoría absoluta con el partido de Mario Conde". "Un gobierno de coalición entre el PP y Mario Conde sería la mejor manera de visibilizar esa coalición entre el PP y los banqueros que nos llevaron a esta crisis que ya existe en la realidad", previene.

A su juicio, la estrategia del PPdeG en esta campaña se basará en "intentar propiciar que el voto de todos los gallegos que quieren abrir una nueva etapa y poner fin a la ruina que representó el Gobierno de Feijóo se fraccione al máximo, porque así más fácil va a ser retener esa mayoría absoluta". De ahí, alerta, proviene que los 'populares' sitúen la disyuntiva entre un Gobierno monocolor y uno con varias fuerzas políticas, pero también lo ve "sintomático" de que tienen "el problema de que no pueden presentar un balance de gestión que dé cuenta de lo hecho esta legislatura".

ENSEÑANZAS DEL BIPARTITO

Jorquera reconoce que el bipartito entre el PSdeG y el BNG, que gobernó Galicia entre 2005 y 2009, cometió "errores", pero puntualiza que "no fueron de gestión", sino "de gestos, de la forma de relacionarse con la sociedad" y reivindica su balance como "incomparablemente mejor" que el de Feijóo. En todo caso, como principales enseñanzas que extrae de aquel bipartito, habla de la necesidad de "un gobierno cercano, total y absolutamente implicado con los problemas de la sociedad y que se sustente sobre un programa claro y sólido que vincule la acción de gobierno en su conjunto".

Dentro de "la ruina que representó el Gobierno de Feijóo" también advierte de que "está ocultando la realidad" sobre las verdaderas cifras económicas de Galicia y recurre al incremento de la deuda pública para ejemplificar que "hay datos que hablan por sí solos". Preguntado si se apunta a la tesis de que Galicia después de las elecciones también tendría que recurrir al Fondo de Liquidez Autonómica, Jorquera se limita a indicar que este mecanismo es "un eslabón más de la política de recentralización" y no obedece a que las comunidades sean "estructuralmente despilfarradoras".

En su opinión, la situación se debe a un sistema de financiación autonómica que "condena" a las comunidades autónomas a la "dependencia estructural del Estado", frente a lo que reclama un modelo que permita "gestionar integralmente los recursos fiscales desde Galicia". "El BNG considera que Galicia tiene que caminar hacia la soberanía política y en ese avance es imprescindible dotar de un nuevo modelo de financiación a nuestro país", expone y añade que lo que recauda el Estado español en impuestos es "muy superior a lo que transfiere a la comunidad, que gestiona los servicios y las competencias que tiene atribuidas".

SOBERANÍA

Jorquera denuncia una "recentralización brutal del Estado" y confiesa que teme que Galicia se quede retrasada en su autogobierno, mientras que Cataluña y Euskadi "están reaccionando", porque cuentan con "una clara mayoría social que hace que estos países estén avanzando claramente hacia un nuevo estatus político dentro del Estado español, dando pasos hacia su soberanía".

"Para Galicia es imprescindible en este contexto dar un paso adelante", señala y lo argumenta en que "es una nación diferenciada, como País Vasco y Cataluña", por lo que "tiene que tener un estatus político acorde con ese carácter nacional diferenciado". Además, diagnostica que "la ausencia de soberanía conduce a la ausencia de democracia", ya que "las decisiones se toman en ámbitos que no emanan de la voluntad democrática de los pueblos y no tienen en cuenta sus legítimos intereses".

"En un contexto como éste, apostar por reforzar el autogobierno, por avanzar hacia la soberanía, significa dotar a nuestro pueblo de instrumentos para salir de la crisis, para que haya una salida justa y que no se sacrifiquen los intereses del pueblo gallego", proclama. Y en esta tesitura en la que "están en juego" el modelo social y "el papel que el Estado español pretende asignarle a Galicia", sitúa como "más importante que nunca" reforzar al BNG, que reivindica como "la única fuerza nacionalista que va a concurrir a estas elecciones".

Al respecto, puntualiza que el BNG no quiere "entrar en conflicto con otros territorios", sino "algo tan elemental como que el pueblo gallego tenga plena capacidad de decidir sobre sus asuntos" y ejemplifica con la política de tarifas eléctricas, en la que no se tiene en cuenta que la comunidad es una gran productora de electricidad. Como uno de los ejes para conseguir "un control real de su economía", una de las propuestas bandera del Bloque es la creación de un banco público gallego.