Leonor pasa con nota su segunda intervención pública y la sella con su participación en los talleres de desafíos para jóvenes

  • El rey Felipe VI ha participado junto a su hija en un taller sobre emergencia climática

La princesa Leonor afrontaba durante la jornada de ayer una ardua tarea, su segunda intervención pública tras su estreno el pasado 18 de octubre en los premios Princesa de Asturias. Esta vez era en los premios Princesa de Girona, donde una manifestación tenía lugar a pocos metros del espacio en el que se desarrollaba el acto, en ella se vivieron algunos momentos de tensión entre los asistentes a las protestas y algunos de los invitados que trataban de acceder al evento.

En el Palau de Congresos la heredera al trono demostró tener unas nociones perfectas de catalán, algo que no solo quedó patente en sus palabras, también en la ovación del público, fue aclamada durante 78 segundos tras su intervención. Además, se pudo escuchar como la princesa pronunciaba algunas frases en árabe, idioma en el que también se desenvuelve con facilidad.

Tras la intensa jornada de ayer, la familia real asistía hoy a alguno de los talleres que se desarrollaban sobre los desafíos que tendrán que afrontar los jóvenes. En concreto, la Princesa y su padre, el Rey Felipe VI, participaban juntos en el taller sobre el cambio climático. En él, se trataban los aspectos más actuales sobre el cambio climático y las posibles soluciones para afrontar este problema.

Talleres sobre como reciclar en casa, visitar centros de reciclaje industrial o promover el uso de material escolar sostenible eran algunas de las soluciones propuestas por el monarca y su hija Leonor. Una de sus compañeras en el taller comentaba a la salida “ella ha dado un montón de ideas y ha sabido manejar la situación y dar soluciones y la verdad es que ha sido estupendo”.

Así es como la familia real ha sellado su visita en Cataluña, que se ha cerrado sin incidentes graves. Una tierra, decía la princesa Leonor, “que siempre ocupará un lugar especial en mi corazón”, mientras que su padre remarcaba “una realidad en la que no puedan tener cabida ni la violencia, ni la intolerancia, ni el desprecio a los derechos y las libertades de los demás”.