El monarca parece que está concienciado y les va a hacer caso, después de que las prisas por abandonar el hospital tras su rotura de cadera el pasado mes de abril en Botsuana le obligaran a volver a pasar por el quirófano solo unos días después.
De inmediato, participó en actos y viajes oficiales y su salud ha acabo resintiéndose.
La fecha de esta intervención se ha ido posponiendo para que don Juan Carlos no faltara a sus compromisos pero también se buscó un periodo del año en el que su agenda estuviera menos repleta de actos. La cita más importante que ha habido que retrasar sine die ha sido el encuentro con François Hollande en el Eliseo. Hasta el mensaje de Navidad -para cuando se espera la reaparición pública del Rey-, el monarca va a centrarse en hacer ejercicios de rehabilitación.
En una de las cuatro suites privadas de que dispone el centro sanitario, el Rey compagina el descanso y las sesiones de fisioterapia con algunos trabajos de despacho.
Al parecer, mantiene numerosas conversaciones telefónicas y le visita a diario el jefe de la Casa Real, Rafael Spotorno, quien le mantiene al corriente de lo que ocurre en Zarzuela.
El próximo parte médico será mañana a las 11h. De momento, lo único seguro es que don Juan Carlos pasará otra noche hospitalizado.