El relevo en la presidencia de Caja Madrid, protagonista del debate político

AGENCIA EFE 22/10/2009 13:56

El pasado martes, el PP de Madrid destacó las posibilidades de que González sustituya a Miguel Blesa en la presidencia de la cuarta entidad financiera de España, mientras que los partidos políticos y CCOO subrayaron el papel del Acuerdo de Estabilidad alcanzado en la caja en este proceso.

El secretario general del PP madrileño, Francisco Granados, señaló que "muy probablemente" González sea el candidato de consenso para presidir la caja, mientras que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, dijo que "no descarta" esa candidatura.

Aguirre salió al paso de algunas informaciones difundidas sobre un posible pacto entre PP y PSOE para que el ex secretario de Economía Luis de Guindos sea el presidente de Caja Madrid, circunstancia que señaló desconocer.

Durante meses se han barajado en los mercados candidatos como el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Rodrigo Rato o ex presidente de Endesa, de Ibercaja y de la Confederación Española de Cajas de Ahorro, Manuel Pizarro, pero los rumores sobre las posibilidades del vicepresidente madrileño y de Luis de Guindos han provocado que el debate vuelva al mundo político.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que no tiene ningún candidato para la presidencia de la entidad, mientras la ministra de Economía, Elena Salgado, destacó que el dirigente de la caja debe ser un profesional con experiencia en el sector financiero, sin que se vete ni sugiera ningún candidato.

Además recordó que fue el PP y no el Gobierno el que, durante la discusión sobre la elaboración del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), reclamó una despolitización de las cajas.

"Dijimos que no era necesario modificar la ley de cajas" mientras el PP "hacía mucha gala de desear que no hubiera ninguna interferencia política en las cajas de ahorro".

Precisamente se acusa al PP de no ponerse de acuerdo a la hora de proponer candidatos y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, recordó hoy que el PP "no es un partido federal" y opinó que sobre asuntos de "trascendencia nacional", como éste quien decide no es la dirección regional sino la nacional, que lidera Mariano Rajoy.

Por su parte, Aguirre opinó que el alcalde, "al que tengo por ilustre jurista, se equivoca de medio a medio" y dijo que la ley establece que el presidente debe ser elegido por los impositores, los empleados, la Asamblea, los ayuntamientos, los empresarios y los sindicatos, y que cualquier interferencia política significa actuar de modo "ilegal".

Insistió en que la última palabra la tienen los sectores representados en el Consejo de Administración de la Caja, que son los que deben elegir cada seis años, de acuerdo con la ley y "por consenso", al nuevo presidente.

Además, recordó que el proceso "está paralizado" de momento hasta que la juez levante la suspensión del proceso electoral, en virtud del recurso que interpuso el Ayuntamiento por el reparto de consejeros y descartó que "le gustaría mucho" llegar a un acuerdo con Ruiz-Gallardón para zanjar las diferencias de criterio respecto al reparto de consejeros en Caja Madrid.

También recordó que el vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, ha reconocido que Rajoy no tiene un candidato para presidir la Caja porque "no debe tenerlo".

Mientras el PSOE de Madrid e IU señalan estar molestos con el "lío" de nombres del PP para presidir Caja Madrid, los partidos y sindicatos protagonistas destacan la importancia del Acuerdo de Estabilidad alcanzado para que la tranquilidad impere en el modo de actuar de la caja, a la vez que proporcionará una "lista de consenso" en los relevos en la entidad.

El coordinador general de IU, Cayo Lara, ha pedido hoy que se cierre la elección de un candidato a la Presidencia y sea una persona de consenso para que la entidad se centre en su función social y evitar situaciones como la intervención de Caja Castilla-La Mancha (CCM).

Desde la entidad se incidió en que la "batalla" que se libra por la presidencia de la entidad no afecta en absoluto al negocio, ni preocupa a la plantilla ni a los clientes de la entidad.