Rajoy hizo este balance, en declaraciones a Servimedia, de la segunda investidura de Zapatero como presidente del Gobierno, de la que este sábado se cumple el aniversario y que llega pocos días después de la remodelación de una tercera parte de los ministros a los que nombró en abril de 2008.
"El problema de Zapatero es que ha dilapidado el caudal de confianza que tuvo en su momento. Hoy nadie se fía del señor Zapatero: no se fían los agentes económicos y sociales, no se fían los consumidores, no se fían los inversores, no se fían los bancos y no se fían los partidos políticos que le apoyaron a lo
largo de esta legislatura", dijo.
Rajoy señaló que el presidente del Gobierno "va a tener que hacer un gran esfuerzo" durante lo que resta de legislatura para recuperar la confianza de la ciudadanía, de los agentes sociales y de los demás partidos políticos.
"Va a tener que olvidarse de la propaganda, del gobernar para salir del paso, de la improvisación... Tiene que tomarse las cosas en serio. No importa la imagen, importa gobernar, ser serio y coger el toro por los cuernos", remachó.
Lo peor y lo mejor
Para el líder de la oposición, en este primer año de legislatura "hay dos cosas que han primado sobre las demás, la primera es que Zapatero formó un obierno que se agotó el primer día; y en segundo lugar se ha afrontado muy mal la crisis económica".
A su juicio, el Gobierno de Zapatero "ha sido incapaz de abordar los problemas más importantes que tienen los españoles" y "ha equivocado el diagnóstico" de la crisis económica, que en España deja ya más de 3,6 millones de parados.
Rajoy destacó que "las medidas que se han adoptado lo único que han hecho ha sido agravar la crisis económica" y alertó de que "no podemos seguir así durante mucho más tiempo".
"Un cambio en la política económica es absolutamente urgente porque si no vamos a una posición complicada", añadió antes de recalcar que la gestión de la crisis económica ha sido "lo peor" de Zapatero en este año.
No obstante, admitió que "lo mejor" que ha hecho el presidente del Gobierno desde el 11 de abril de 2008 ha sido "rectificar la política antiterrorista, concluir que no se debe nunca negociar con los terroristas, que hay que aplicar la ley y que hay que apostar por la derrota de ETA".