Lo ha hecho --ha precisado-- por el requerimiento de la Delegación del Gobierno en Cataluña de la legalidad en relación a las banderas y ha decidido ponerlas "teniendo en cuenta las circunstancias de represión y persecución que sufren los cargos electos de las instituciones catalanas", según él, por parte del Estado.
Serracant ha remarcado que con esta medida quiere cerrar la polémica, aunque ha afirmado que "no va de banderas, va de dignidad, de democracia, de dar apoyo a un gobierno legítimo en el Parlament".
El pasado 27 de octubre se retiraron ambas banderas de forma simbólica, "en un gesto de normalidad para saludar la República" acabada de proclamar por la Cámara catalana.
En relación a esta decisión municipal, PP, Cs e incluso los dos socios de gobierno, Guanyem y Unitat pel Canvi, pidieron la restitución de las banderas y el viernes 10 de noviembre unas 3.000 personas, según detallaron fuentes municipales, respondieron al llamamiento de Societat Civil Catalana en una concentración que exigió la devolución de los dos símbolos.