Los contagiados por covid19 menores de 55 años se vacunarán seis meses después del diagnóstico

  • Según el borrador de la nueva estrategia de vacunación

  • Menores de 55 contagiados tras la primera inyección también esperarán

  • Esta novedad se suma a las medidas anunciadas este martes

Las personas menores de 55 años que hayan pasado la covid19, independientemente de la gravedad, tendrán que esperar seis meses para vacunarse, contando desde el momento en el que le diagnosticaron la enfermedad. Así lo explica el borrador de la nueva Estrategia de vacunación aprobada por la Comisión de Salud Pública, al que ha tenido acceso Informativos Telecinco.

También, según indica el documento, las personas con menos de 55 años que ya hayan recibido la primera dosis de cualquiera de las tres vacunas aprobadas, y se hayan contagiado posteriormente a la inyección, deberán esperar otros seis meses para recibir la segunda dosis.

El ente público, además de esta novedad, anunció este martes varias medidas en las que se dictamina cuáles serán los próximos grupos en recibir las dosis de AstraZeneca, entre los que se encuentran sanitarios que no están en primera línea y servicios esenciales hasta 55 años.

Disponibilidad insuficiente para alcanzar en el corto plazo un acceso universal a las vacunas

Como se describe en la Estrategia y en los dos documentos de actualización publicados hasta el momento, la disponibilidad de las tres vacunas autorizadas es insuficiente para alcanzar en el corto plazo un acceso universal a las mismas.

Las tres vacunas que estarán en breve a nuestra disposición presentan diferentes características en cuanto a su eficacia, logística y perfiles de población en las que han sido ensayadas (sobre todo, la tercera respecto de las dos primeras), sin perjuicio de que todas ellas han mostrado unos niveles adecuados de eficacia y seguridad, lo que ha justificado que todas ellas hayan sido autorizadas por las autoridades europeas, siguiendo en todos los casos los mismos procesos y requisitos de autorización.

Hasta este momento de la autorización de la vacuna de AstraZeneca, las características de las vacunas ARNm eran muy similares. Con la autorización de esta vacuna de AstraZeneca cobra una importancia esencial el marco ético recogido desde un inicio en la Estrategia, que permite justificar qué principios y valores rigen el acceso a cada tipo de vacuna por los diferentes grupos de población.

Además, cabe señalar que el contexto actual de la campaña de vacunación frente a la covid está condicionado por la grave situación epidemiológica que estamos viviendo en las últimas semanas, con un incremento de los contagios e ingresos hospitalarios, con un incremento también notable de riesgo para determinados grupos de población, entre los que destacan las personas de 80 y más años.

Por tanto, urge reforzar la protección de los más vulnerables y, por ello, la elección de la vacuna o vacunas a aplicar no puede establecerse por elecciones individuales sino que debe basarse en la eficacia y la indicación de la o las vacunas para los diferentes grupos de población.

AstraZeneca : técnicas de recombinación de ADN

La vacuna de AstraZeneca está compuesta por un vector de adenovirus de chimpancé no replicativo (ChAdOx1) producido mediante técnicas de recombinación de ADN, que incluye material genético que codifica la proteína S de SARS-Cov-2 que no se ha estabilizado en la conformación pre-fusión.

Cada dosis de 0,5 ml de esta vacuna contiene al menos 2,5 x 108 unidades infectivas. La vacuna se comercializa en viales multidosis de 10 dosis, que no necesitan dilución, y se transporta y conserva entre 2 y 8 grados centígrados.

El perfil de seguridad es similar al de otras vacunas utilizadas en la población. Su administración puede ocasionar molestias y dolor en el lugar de la inyección, cansancio, mialgias, malestar, fiebre, escalofríos, artralgias y náuseas. La mayoría de estas reacciones son leves o moderadas y se resuelven en pocos días.