Testigos del Madrid Arena narran la escasa colaboración de los miembros de Kontrol 34 en la avalancha

EUROPA PRESS 11/02/2016 12:03

Los cinco testigos que han intervenido este jueves en la undécima sesión del juicio por el Madrid Arena, han querido demostrar con sus declaraciones que la actuación de los miembros de Kontrol 34 --a los que se han referido como "miembros de seguridad" con chaleco amarillo-- fue escasa y poco colaborativa.

Así, la primera testigo en declarar y herida en la avalancha, Estefanía Sancho, ha afirmado que una vez consiguió ser liberada de la avalancha y entrar en el cuarto, recuerda que entró un hombre de seguridad, que había indicado a la gente de la avalancha con anterioridad que se echara para atrás y que no paraba de decir "Dios mío, Dios mío", mientras se miraba las manos.

Sancho tuvo lesiones en la pierna, donde perdió masa muscular y estuvo en tratamiento psicológico. Durante el tapón humano en el vomitorio pensó que se quedaba "sin piernas", y se pudo liberar del tapón humano gracias a que dejó "las botas encajadas" entre las personas que se quedaron atrapadas.

Así lo ha asegurado Sancho, donde del mismo modo ha señalado en la Sala Cero de la Audiencia Provincial de Madrid que "estaban en la pista principal con demasiada gente" y que por eso decidieron salir por el vomitorio donde se produjo la avalancha. Una vez en el vomitorio comenzó a sentir "gran cantidad de gente" y se empezaron a caer "unos encima de otros".

Ella estaba al lado derecho del vomitorio, y consiguió meter su cuerpo en el cuarto del que habían roto la puerta. No recuerda cuánto tiempo estuvo atrapada, pero consiguió salir de allí "haciendo muchísima fuerza".

"VETE DE AQUÍ, QUE ESTÁN MUERTAS TRES PERSONAS"

Gonzalo Encinas, otro de los heridos en la trágica fiesta del Madrid Arena, ha asegurado en su declaración como testigo que los miembros de Seguridad no le dejaron ayudar a liberar personas de la avalancha, y que uno de los hombres con chaleco amarillo le gritó "vete de aquí, que están muertas tres personas; que te pego una hostia".

Encinas ha indicado que tuvo la "impresión" de que "no se quería ayudar a las personas" y que fue herido en una pequeña avalancha anterior y acudió junto a sus amigos en busca de la enfermería porque le dolía la rodilla. Al bajar en busca de ayuda médica vieron la avalancha en el vomitorio, donde "la gran mayoría de las personas eran menores de edad; se les notaba en la cara".

Respecto a qué cantidad de personas había en la pista, Gonzalo Encinas ha afirmado que "no se podía estar". "Para que una persona estuviera cómoda tenía que dar empujones", ha señalado. Respecto a si la enfermería estaba bien señalizada, el testigo ha afirmado que le pareció ver un "cartelito" donde se anunciaba la ubicación de la enfermería, sin embargo "nadie" le trató las lesiones. Después, Encinas tuvo que ser operado y se le realizó un injerto de ligamento en la rodilla.

ENTRADA SIN DNI

La Sala Cero de la Audiencia Provincial de Madrid ha contado también con el testimonio de Alejandra Lozano, quien ha confirmado que no le pidieron DNI, y que la cola "fluía" porque "iba muy rápida". Lozano ha indicado que "empezó todo muy rápido" y que cuando ella quería entrar a la pista "la gente quería salir". Ella quería salir. Perdió a sus amigas, se quedó sola y comenzó la avalancha.

Se quedó atrapada contra la pared, "la gente estaba totalmente aplastada", ha asegurado. Gracias a un grupo de chicos, cuando ya estaba "muy mareada", la consiguieron subir a una puerta. "La música seguía y la gente no se enteraba de lo que estaba pasando", ha afirmado. Del mismo modo ha recordado ver "gente delante con chalecos gritando que retrocediéramos".

Además, Lozano ha indicado que una vez fuera de la avalancha, quería salir por los dos vomitorios contiguos al de la avalancha, pero no podía porque "estaban cerrados". Así, ha afirmado que una persona con un chaleco amarillo no le dejaba salir del recinto por uno de los vomitorios cerrados, pero que "como excepción" dejó que saliera junto a un amigo debido al estado en el que se encontraba.

La última testigo en declarar, María Casado, ha afirmado que antes de producirse la avalancha "no se andaba por tus propios pies", pero que ella no se cayó en la avalancha porque ella se quedó "en el medio". Al igual que Lozano ha confirmado que "nadie" le pidió el DNI a la entrada de la macrofiesta, ni tampoco a sus amigos.