Según las informaciones facilitadas por el diario israelí 'The Jerusalem Post', el soldado, identificado como Elad Sela, entregó dicha información para ayudar a estas personas a escapar de operaciones de las fuerzas de seguridad.
El tribunal ha declarado a Sela culpable de buscar información sobre sospechosos de participar en este tipo de ataques en los sistemas informáticos clasificados. Por ello, ha fallado que sus acciones "dañaron la seguridad estatal".
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han apuntado que la filtración de información habría continuado durante un periodo largo y hasta su arresto, permitiendo a los ultraderechistas "continuar sus actividades hostiles contra la población palestina".