Graba las torturas y violaciones a unas adolescentes imitando una película de terror

INFORMATIVOS TELECINCO 02/08/2010 18:54

Se trata de tres adolescentes de 13 y 14 años, que aún llevaban sus uniformes del colegio, según publica el diario "The Daily Mail". Una vez en las canchas, Alexander quiso convencer a la chica de 13 de que bebiese vozka con él y fumase marihuana. La joven se negó y entonces empezaron las torturas.

Juntó a todas las chicas en unos vestuarios abandonados y les dijo que no las iba a soltar: "Nadie saldrá de aquí hasta que se diga la verdad", sentenció. La noche avanzaba y la única luz en el recinto provenía del móvil de Alexander y de los aparatos de los otros adolescentes. Entonces ordenó a las dos mayores que se peleasen entre ellas . Cuando una se negó la cortó con el cristal de la botella y se dirigió a las otras, amenazante: "Esto no es nada en comparación con lo que podría hacer con ella".

Todo esto estaba siendo grabado con su móvil con la única luz que provenía del aparato. En la grabación, vista durante el juicio, se ve la angustia y se oyen los llantos de las víctimas.

Alexander continúa haciendo a la chica cortes en sus brazos y piernas y acaba dándole un bofetón que la deja inconsciente. La lleva entonces a una habitación contigua y abusa de ella. Cuando termina vuelve con las otras dos jóvenes.

Comienza poniendo su mano en la camiseta de la chica de 13, la toquetea y finalmente la obliga a mantener relaciones sexuales. Juega además con el sentido de culpabilidad de ella, ya que le dice a las otras chicas que no quedarán libre hasta que no haga lo que él le pide.

Condenado a más de 7 años

Todo el suceso, que duró más de tres horas, fue presenciado por los otros dos adolescentes. Uno de ellos se puso tan enfermo por el comportamiento de Alexander que acabó llamando a Emergencias médicas.

Alexander acaba de ser condenado. Aunque negó los cargos en el juicio, la sala pudo ver la grabación del móvil. Lo han encontrado culpable de violación oral y asalto con penetración. Deberá cumplir una pena no inferior a siete años y su nombre figurará de por vida en el registro de violadores.

Pero el daño ya estaba hecho. La sala pudo escuchar el testimonio de la menor de 13 años: desde entonces tiene pesadillas y se culpa de lo ocurrido. Sus relaciones familiares se han deteriorado: no besa a sus familiares porque se siente sucia y no ha vuelto a fiarse de ningún chico. LA