Tres años después de la revuelta que derrocó a Zine el Abidine Ben Alí y que inspiró la 'primavera árabe', Túnez ha dado esta semana pasos para completar la transición con la promulgación de una nueva Constitución y la llegada al poder de un Ejecutivo tecnócrata. El siguiente objetivo es la celebración de elecciones este mismo año.
El presidente tunecino, Moncef Marzouki, ha recibido en los últimos días las felicitaciones de gran parte de la comunidad internacional y este jueves ha mantenido conversaciones con dirigentes de "países amigos" como Francia, Alemania, Italia, Líbano, Qatar, Marruecos y Argelia, entre otros, según la agencia oficial TAP.