Según un testigo, las fuerzas de seguridad han irrumpido en varias viviendas del casco antiguo de Deraa en busca de hombres menores de 40 años de edad, ya que los jóvenes son los principales promotores de estas protestas.
Además, este mismo informante ha indicado que grupos de funcionarios han comenzado a retirar de las calles los cadáveres que dejó el bombardeo de las fuerzas comandadas por el hermano del presidente para recuperar el control de la ciudad. Al menos dos camiones han partido ya con 68 cuerpos.
"Las balas son su respuesta a la revuelta popular. Las fuerzas de seguridad que vinieron a Deraa nos dijeron: 'Id a comprar el pan a una panadería llamada libertad, a ver si os alimenta'", ha dicho esta fuente, bajo condición de anonimato.
También se han llevado a cabo acciones similares en otros puntos del país. En Qamishli (noreste), han sido detenidos Abdel Qader al Jaznawi y Abdel Samad, dos destacados políticos kurdos; mientras que Abdalá Jalil, abogado defensor de los Derechos Humanos, ha sido arrestado en Raqqa (noreste).
A pesar del aumento de la presión por parte de las autoridades, las manifestaciones se han sucedido a lo largo del domingo. En Homs (centro), miles de personas han exigido la caída del régimen; mientras que en Rastan (norte), los funerales celebrados por la muerte de 17 hombres a manos de agentes de Inteligencia militar se han convertido en una marcha de protesta.
Entretanto, en la localidad kurda de Karbawi, unas 2.000 personas han acudido al funeral de un joven de 20 años que habría sido asesinado por las fuerzas de seguridad tras negarse a participar en la represión. Su padre ha prohibido al gobernador de la provincia que asista al acto. "Ellos matan y luego quieren estar en el funeral del asesinado", ha dicho el hombre.