La acción, que aún no ha sido reivindicada por ningún grupo, ha sido el atentado terrorista más sangriento sufrido por Pakistán en los últimos dos años.
Según fuentes hospitalarias consultadas por Efe, entre los fallecidos hay decenas de mujeres y niños y muchos de los heridos aún se encuentran en estado crítico, con lo que la cifra de muertos podría continuar aumentando en las próximas horas.
La explosión provocó el derrumbe de al menos seis edificios, destruyó decenas de vehículos y unos 60 comercios, al tiempo que causó graves desperfectos a cerca de 300 tiendas, según diversas fuentes.
El ataque se enmarca en una ola terrorista que ha sacudido en las últimas semanas diversos puntos de la nación surasiática, cuyo Ejército inició recientemente una gran ofensiva en la región tribal de Waziristán del Sur, el feudo principal de la insurgencia talibán en Pakistán.
El atentado coincidió además con el comienzo de la primera visita oficial al país de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, quien ayer aseguró que EEUU ofrecerá a Pakistán "toda la ayuda necesaria" para derrotar al terrorismo. CGS