La otra cara de Al-Baghdadi: tenía una esclava sexual, sufría diabetes y vivía en alerta permanente

  • El que fuese líder del Estado Islámico vivió sus últimos días temoroso y desconfiando de todo

  • Se inmoló el 26 de octubre ante la ofensiva de las fuerzas especiales estadounidenses

Era el 27 de octubre cuando Donald Trump confirmaba la noticia a través su red social predilecta, –Twitter–, advirtiendo que “algo muy grande” acababa de pasar. Fueron sus primeras palabras antes de pasar a confirmar que Abú Bakr Al-Baghdadi había fallecido. “Está muerto”, comunicó, constatando que las fuerzas especiales del Ejército norteamericano acabaron con la vida del líder del Estado Islámico en un una operación en Siria.

Desconfiado y en alerta permanente, en sus últimos días Al-Baghdadi vivió nervioso y temeroso, mirando de reojo a toda persona cuanto se encontraba a su alrededor. Tan solo confiaba en un reducidísimo grupo de personas, y tendía a esconderse bajo tierra, camuflándose cuando tenía que salir, disfrazado de pastor.

Estaba obsesionado con la seguridad y había hecho de los desiertos en el este de Siria su refugio, pero las fuerzas especiales estadounidenses estrecharon el cerco y se vio obligado a salir. El 26 de octubre, se inmoló junto al edificio fortificado en el que se encontraba. Se dice que siempre llevaba consigo un cinturón explosivo y que, incluso, dormía junto a él.

Lleva meses temiendo la caída

Durante los últimos meses, tal como recoge The Washington Post citando a AP, el que fuese líder del Estado Islámico había entregado la mayor parte de sus poderes, delegando en un hombre de confianza del siguiente escalafón. Temía el avance de sus enemigos, y por eso en ese tiempo intentó moverse preservando su seguridad. Se desplazó por zonas como Hajin y Dashisha, ambas localidades en la frontera de Siria, siempre dentro del territorio del Estado Islámico.

Así lo hizo hasta que tuvo adentrarse en zona hostil. Sería en la localidad siria de Barisha, en la provincia de Idlib, cerca de la frontera de Turquía, donde acabaría muriendo.

Tenía una esclava sexual

Desde hacía tiempo, Al-Baghdadi tenía una joven esclava sexual a la que violaba y golpeaba. En ocasiones la llevaba con él y su selecto grupo de personas de confianza. Otras, la mantenía en un lugar seguro y la visitaba durante la noche, cubriendo su rostro, y a menudo protegido por guardaespaldas.

Afortunadamente, la joven fue liberada durante una operación liderada por los estadounidenses en mayo.

Sufría diabetes

El líder del Estado Islámico sufría diabetes y tenía que estar continuamente midiendo su nivel de azúcar en sangre y tomar insulina. Su temor, su agitación y su estrés durante los últimos meses agravaron la situación.

Según las fuentes citadas, precisamente por ello, no ayunó durante la celebración del Ramadán.

Su hermana, capturada

Este mismo martes, Turquía ha anunciado la captura de la hermana de Al-Baghdadi en el marco de una redada en la localidad de Azaz, al norte de Siria, algo que ha sido calificado como “una mina de oro” desde el punto de vista de la Inteligencia.

"Lo que sabe sobre Estado Islámico puede ampliar significativamente nuestra comprensión del grupo y ayudarnos a capturar a más tipo malos”. "Lo que conozcamos ayudará a Turquía y al resto de Europa a protegerse mejor de los terroristas", ha dicho Fahrettin Altun, el portavoz del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien ha confirmado el arresto.

"El arresto de la hermana de Al Baghdadi es otro ejemplo más del éxito de nuestras operaciones antiterroristas", ha anunciado.

Según las autoridades, en el momento de la detención, la hermana del que fuese líder del Estado Islámico “estaba acompañada por su marido, su cuñada y cinco niños”, añadiendo que los tres adultos están siendo interrogados.

El sucesor

Entre tanto, Al Baghdadi ya parece tener un sucesor. Estado Islamico, en un mensaje difundido por la agencia Amaq, uno de sus canales de propaganda, confirmaba el pasado 31 de octubre la muerte de su líder al tiempo en que anunciaba que Abú Ibrahim al Hashimi al Qurashi pasaba a estar al frente de la organización yihadista. Así mismo, designaban a su portavoz: Abú Hamza al Qurashi.