El juez principal del Supremo, Asif Saee Josa, anunció este martes que Ashraf quedaba "exento" de sentencia hasta el 25 de septiembre. De aquí a esa fecha, el primer ministro deberá elaborar el borrador de una carta a las autoridades suizas para solilicarles la reapertura del caso.
Las acusaciones contra Zardari se retrotraen a la década de los noventa, cuando él y su antigua mujer, la fallecida primera ministra Benazir Bhutto, hicieron uso presuntamente de cuentas suizas para lavar doce millones de dólares (alrededor de 9,7 millones de euros) supuestamente procedentes de los sobornos sobornos pagados por algunas compañías para hacerse con diversos contratos.
En caso de no cumplir con los requerimientos del tribunal, Ashraf podría ser inhabilitado para cargo público, tal como le ocurrió a su predecesor, Yusuf Reza Gilani, a finales de junio, justamente por los mismos motivos. En tal caso, la formación gubernamental, el Partido del Pueblo de Pakistán, no tendría problema para designar a un nuevo primer ministro, dada su amplia mayoría en el Parlamento.
En 2007, el expresidente Pervez Musharraf promulgó la Ordenanza de Reconciliación Nacional (NRO), que concedía la amnistía a todos los cargos públicos acusados de corrupción, malversación, lavado de dinero, terrorismo y asesinato.
El Gobierno suizo cerró el caso en 2008, cuando Zardari accedió a la Presidencia de Pakistán, y el Gobierno del país asiático ha insistido en todo momento en que el presidente cuenta con inmunidad total debido a su cargo.
Sin embargo, el Tribunal Supremo revocó en 2009 la Ordenanza de Reconciliación Nacional y ordenó la reapertura de todos los casos. Pese a ello, el Gobierno se ha negado sistemáticamente a contactar con las autoridades suizas para reabrir el caso de Zardari.