El ataque, en el que murieron cuatro terroristas, fue lanzado contra un complejo conocido como Green Village y custodiado por fuertes medidas de seguridad debido a que alberga a contratistas internacional y varias instalaciones de interés occidental.
Los terroristas iniciaron su fallido asalto con la explosión de una furgoneta en la puerta de las instalaciones, en la zona este de Kabul. Las fuerzas de seguridad respondieron al ataque y se produjo un tiroteo que se prolongó durante alrededor de una hora.
El viceministro del Interior, Ayoub Salangi, informó posteriormente de que "cuatro terroristas suicidas han muerto" y descartó víctimas entre la población civil.
"Dado que el Gren Village ya había sido atacado varias veces, el lugar tiene fuertes medidas de seguridad y los asaltantes no pudieron lograr su objetivo. Sólo resultó herido un guardia", añadió un portavoz del Ministerio, Sediq Sediqqi.
Los talibán han reivindicado el ataque a través de un mensaje de texto un portavoz, Zabihulá Muyahid, en el que se señala como objetivo a las "fuerzas invasoras".