El hombre, se aseguró de que su expareja, Tania Morris, no estaba en la casa para entrar y asesinar a martillazos al hijo de esta mientras dormía. Después, salió de la casa y se ahorcó en un bosque cercano, justo por el lugar donde su Tania solía pasear a sus perros. Según informa La República, la policía cree que el asesino quería que su expareja no solo descubriera el cuerpo de su hijo, sino también el suyo. No obstante, fue encontrado por un vecino.
Cuando la mujer fue a declarar, dijo que conocía al asesino desde el año 2013 y que vivió con él durante años, pero el 12 de agosto del año pasado la atacó, por lo que se tuvo que alejar. "Él la golpeó en la cabeza con un adorno y trató de sacarle los ojos”, dijeron las autoridades de Inglaterra, a pesar de esto, estaba en libertad bajo fianza e incumplía en sendas ocasiones la condición de no ponerse en contracto con ella.
Al entrar a la casa de Tania, los oficiales descubrieron el cuerpo de Nathan detrás de la puerta de su habitación. Había sangre en su cama y en el techo, lo que sugiere que había sido atacado mientras estaba acostado y luego se dirigió hacia la puerta.