Los inspectores de la ONU han confirmado que el 21 de agosto en la zona de Ghouta, en Damasco, se produjo un ataque "a gran escala" con gas nervioso sarín. Los investigadores han podido constatar, además, la presencia de restos de misiles tierra-tierra con capacidad de transportar gas nervioso.
En su primera reacción tras conocer estos datos, Cameron ha asegurado que se trata de un informe "escalofriante". "Nadie puede ignorar los hechos", ha explicado en un mensaje en Twitter con el que ha querido recordar que las "cientos" de personas gaseadas hacen de este ataque "el peor" desde el registrado en 1988 en la ciudad iraquí de Halabja.
"Debemos destruir las armas químicas", ha añadido Cameron, en un mensaje dirigido a los 15 países que forman parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.