Las dos Coreas acuerdan celebrar una "reunión gubernamental" en Seúl

EUROPA PRESS 10/06/2013 03:32

El Ministerio de Unificación se ha limitado a indicar que el encuentro en Panmunjon ha permitido a las partes llegar a un entendimiento parcial sobre los problemas de la península coreana que ha abierto la puerta a la celebración de un dialogo formal entre gobiernos.

"Las dos partes han alcanzado el compromiso de que puedan emitir comunicados separados para reflejar sus respectivas visiones sobre los temas que deberían estar en la agenda de estos dos días de conversaciones y sobre quién debería dirigir ambas delegaciones", ha dicho.

Interrogada sobre el contenido, una fuente del Ministerio de Unificación ha revelado que Seúl aboga por incluir el cierre del complejo industrial de Kaesong, el reencuentro de las familias separadas por la guerra (1950-1953) y las visitas al Monte Kumgang.

Por su parte, el régimen comunista habría insistido en incluir la celebración conjunta de un acto para conmemorar el 13º aniversario de la histórica cumbre intercoreana del año 2000, que su vecino ha rechazado y en el que ha prohibido participar a sus nacionales.

En cuanto a los jefes de ambas delegaciones, ha apuntado que Seúl enviará al ministro de Unificación, Ryoo Kihl Jae, y que ha pedido a Pyongyang que envíe al director del Departamento de Asuntos Surcoreanos del Partido de los Trabajadores, Kim Yang Gon.

REUNIÓN EN PANMUNJON

La cita de esta semana ha sido acordada tras una reunión maratoniana de 17 horas, con un solo receso de 45 minutos, entre una delegación surcoreana y otra norcoreana en La Casa de la Libertad, en Panmunjon, en el primer encuentro intercoreano desde 2011.

La agenda de esta mesa de trabajo ha incluido la normalización de la situación en Kaesong, el reencuentro de las familias separadas por la guerra coreana y la reanudación de los circuitos turísticos en el Monte Kumgang.

La delegación surcoreana ha estado encabezada por el alto cargo del Ministerio de Unificación Chun Hae Sung. "El objetivo de Seúl es mantenerse fiel a la idea del proceso de construcción de confianza en la península coreana", ha dicho.

La delegación norcoreana ha estado liderada por el alto cargo del Comité para la Reunificación Pacífica de Corea Kim Sung Hye que, a diferencia de su homólogo surcoreano, ha preferido no pronunciarse sobre la cita en Panmunjon.

INICIATIVA NORCOREANA

La reunión de trabajo en Panmunjon y la gubernamental de esta semana han sido posibles por la oferta que el Comité para la Unificación Pacífica de Corea formuló el pasado jueves y que el Ministerio de Unificación aceptó apenas 24 horas después.

Pyongyang propuso "conversaciones entre las autoridades del Norte y del Sur" para normalizar las operaciones en Kaesong y condicionó a la aceptación de Seúl la inclusión del reencuentro de las familias coreanas y la reanudación de los circuitos turísticos en el Monte Kumgang.

Desde el cierre de Kaesong, Corea del Norte se había ofrecido a mantener reuniones con representantes de los empresarios surcoreanos para solucionar cuestiones pendientes, como las materias primas y los productos acabados que siguen en el complejo industrial.

Seúl había rechazado estas reuniones, al considerar que la sociedad civil no está autorizada para tomar decisiones sobre Kaesong, y había ofrecido en varias ocasiones a Pyongyang abrir un diálogo gubernamental para abordar este tema.

MARCHA ATRÁS

Se trata del tercer acto de distensión que el régimen comunista lleva a cabo desde el agravamiento de la crisis bilateral, que comenzó en 2012, con los lanzamientos de misiles de largo alcance de abril y diciembre, y alcanzó su punto álgido en 2013 con la prueba nuclear de febrero y los lanzamientos de misiles de corto alcance de mayo.

Anteriormente, el enviado especial de Corea del Norte a China, Choe Ryong Hae, anunció la disposición de su Gobierno a reanudar las conversaciones a seis bandas sobre la desnuclearización de la península coreana.

El Gobierno de Kim Jong Un también accedió, sorpresivamente, a retirar las plataformas de lanzamiento de cohetes de largo y corto alcance ubicadas en su costa oriental.

En medio de la escalada de tensión del último año, Corea del Norte declaró el "estado de guerra" en la península coreana, amenazó con atacar objetivos surcoreanos y las bases militares que Estados Unidos posee en Guam, Hawai y Japón y anuló los acuerdos emanados de las conversaciones a seis bandas.