La Duma estudiará prohibir las críticas al Ejército Rojo

EUROPA PRESS 24/06/2013 15:22

La propuesta prevé multas de 15.000 dólares (unos 11.450 euros) y hasta cinco años de prisión por negar el papel de "mantenimiento de la paz internacional" del Ejército Rojo y "difusión deliberada de información falsa" sobre el mismo.

Además, la ley cubriría los intentos de crítica a los resultados de los Juicios de Núremberg de 1946, en los que se sentenció a los líderes del Tercer Reich a penas de muerte o cárcel, o críticas las acciones de los aliados durante la guerra.

Irina Yarovaya, miembro del partido Rusia Unida, liderado por el presidente del país, Vladimir Putin, ha presentado este proyecto de ley, que tiene como objetivo prevenir los "intentos de volver a evaluar el papel del Ejército Rojo" en su lucha contra la Alemania nazi y sus aliados.

Yarovaya ha asegurado que estos intentos "contradicen información histórica objetiva", como la Carta de Naciones Unidas que prohíbe cualquier justificación del nazismo. "En la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética actuó como protectora y todas las acciones de nuestras tropas tenían como objetivo la liberación", ha defendido la política rusa, que ha asegurado que Rusia "llevó a cabo una misión de instauración de la paz".

Este proyecto de ley constituye un paso evidente para contrarrestar las afirmaciones de opositores políticos y activistas de países de la antigua URSS que han criticado los "crímenes de guerra" del Ejército Rojo, como ejecuciones y maltrato de prisioneros de guerra y civiles, deportaciones masivas y violaciones en Europa del Este, Finlandia y Alemania.

Una de las actuaciones más criticadas del Ejército Rojo es la "masacre de Katyn" de 1940, en la que miles de militares e intelectuales polacos fueron fusilados. El Parlamento ruso responsabilizó de la matanza al líder soviético Josef Stalin.

Yarovaya ha apoyado algunas de las leyes más controvertidas aprobadas por la Duma en estos meses, incluyendo la prohibición de adopción de niños rusos por ciudadanos estadounidenses, y la que contempla castigar a aquellos que ofendan "sentimientos de creyentes".