De acuerdo con estas fuentes, aunque la Policía iraní está investigando los restos del drone en busca de una posible amenaza, todo parece indicar que se trataba de una cámara aérea cuyos pilotos se acercaron involuntariamente a la emblemática avenida Pasteur, donde se concentran la mayoría de las instituciones del Gobierno iraní.
La vía fue declarada el pasado mes de agosto como espacio aéreo restringido por el Mando Aeroespacial para Teherán, que ningún aparato puede sobrevolar sin permiso.