El marido de Soledad Magdalena, Cristina Senra, llegó un día a casa y le pidió a ella y a su hija de 14 años que salieran para hablar. Él estaba obsesionado con la adolescente, que no era su hija. Los tres se metieron en el coche por indicación del él. Cuenta la mujer que le dijo que dejara a la niña delante y que ella se pusiera en el asiento trasero.
En ese momento, el hombre empezó a acusar a la adolescente de los problemas de la pareja porque se le había "metido en la cabeza". En un momento de la bronca, cuenta la madre, empezó a tocarle la entrepierna a su hija y se abalanzó sobre ella. En ese momento, se quitó un cordón de sus botas y lo ahorcó.
"Solamente intenté defenderla, recuerdo que le puse el cordón sobre el cuello le hice un giro como para apartarlo de mi hija. Él no se defendió en ningún momento y se desvaneció", declaró la mujer, según informa el diario Clarín.
La mujer ha explicado que hasta aquel día "los celos y los golpes” cada vez más habituales siempre habían sido de “puertas para adentro”.
Tras los hechos, Soledad Magdalena acudió a una comisaría y explicó lo sucedido. El Fiscal decidió enviarla a prisión preventiva y un mes después de los hechos, el juez la ha dejado en libertad provisional.
Ahora la acusada ha podido volver a su casa con sus tres hijos, un joven de 18 años, la adolescente de 14 años, víctima de su padrastro y un niño de cuatro años.